Cual malabarista de circo, Alejandro Palacios atreve una suerte riesgosa —sobre la línea de fondo—, a falta de dos minutos para la conclusión del partido contra Jaguares.

En el cobro de un tiro libre, ejecutado por el relevo chiapaneco, Julio Nava, el portero de Pumas se anticipa a la acción. Llega con tanta antelación, que pretende apagar el efecto con ambas manos.

El problema es que la redonda le juega una mala pasada y se eleva con dirección hacia la portería.

Para colmo, el peso de su propio cuerpo lo vence y por eso hace suertes con el esférico, hasta terminar por dominarlo dentro de la meta, tras chocar en el travesaño.

El numerito termina en “oso”. Es el 2-2 fatídico para Pumas, a dos minutos del final del encuentro. Fenómeno idéntico al registrado dos semanas atrás frente a Tigres.

Mudo, El Pikolín II abandona el estadio Olímpico Universitario. Y aunque existe apoyo del grupo hacia el guardameta, el estratega Memo Vázquez descubre malestar y por eso anticipa ajustes.

“Son decisiones que tendré que tomar, quién juega y no juega”, dice, de cara al partido del próximo miércoles, en Puebla. “La cosa es seguir trabajando con él [Alejandro] y con el resto del grupo igual, ver en qué se ha fallado y corregir. Todavía quedan juegos, así que no podemos volvernos locos”, advierte.

La realidad es que hubo una falla del portero, “en un tiro que no llevaba mucho”, apunta Vázquez, con misterioso acento crítico.

Al menos, el capitán Darío Verón, aboga por el guardameta. “Es humano, igual que todos nosotros. Todo el equipo está con él. Fue un error, nada más”, asegura. “Nos costó dos puntos, pero hay que mejorar en la concentración”.

Después de un amargoso par de roscas en los primeros 45 minutos, los dos equipos se destaparon en el complemento. Ismael Sosa, el mejor jugador de Pumas por mucho, anota de inmediato al salir del vestidor, gracias a un tiro contundente. Nuevo mensaje para Memo de que necesita estar más cerca del área.

El gol aturde a Jaguares y el cuadro anfitrión parece listo para matar. Domina y arrodilla a su oponente. Daniel Ludueña —quien ingresa por el lesionado Leandro— y más tarde Dante López desperdician un par de acciones generadas por el inspirado Sosa. El segundo tanto auriazul llega al 70’, gracias al remate de Eduardo Herrera, tras tejer una gran acción de conjunto.

Mas el fantasma de los últimos encuentros le cuesta a Pumas. Isaac Díaz, de reciente ingreso, hace una gran recepción en el área y fusila a Palacios mediante un bombazo.

“En los últimos tres partidos hemos estado arriba en el marcador. Dos veces, de esas tres, con dos goles de diferencia y por errores nuestros terminamos regalando puntos”, lamenta Herrera.

A falta de dos minutos, la trágica maniobra de Pikolín portero. “Yo le pegué al balón, vi que iba a salir en medio, me desentendí de la jugada, después vi que pegó en el poste y fue gol. Ni siquiera sé cómo estuvo”, acepta Nava, el verdugo jaguar.

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