Dwight Howard cambió de equipo, Derrick Rose regresó y Kobe Bryant todavía no recupera su forma. Hay nueve entrenadores novatos y el comisionado David Stern se marchará pronto.

Con caras diferentes por doquier para la campaña 2013-2014 de la NBA, hay una constante: LeBron James y el Heat de Miami son el equipo a vencer y buscarán el tricampeonato que los consolide como una dinastía del basquetbol.

Los bicampeones defensores recibirán sus anillos hoy en el partido de apertura contra los Toros de Chicago, que ayudados por un Rose sano tienen toda la intención de desbancar al Heat del campeonato.

Otros que buscan evitar que Miami se una a la élite de tricampeones son San Antonio o Indiana, que estuvieron a un juego de derrotar a Miami la temporada pasada. Pueden ser los Nets o los Clippers, que se reforzaron con ex jugadores de los Celtics.

Pero si alguien destrona al “Rey” James no será porque el astro está satisfecho con dos anillos y ha perdido el impulso y la motivación.

“Cuando el hambre se vaya voy a retirarme”, dijo James. “Tengo talento y voy a aprovecharlo al máximo”.

“Amo el juego. No hay nada que me guste más que el basquetbol. Los campeonatos son magníficos, pero quiero algo más”.

Si se refiere a ser el mejor de la historia, va en camino. Ha ganado cuatro trofeos de Más Valioso, no tiene debilidades aparentes y la brecha con sus contemporáneos se agranda.

“Es el mejor en el mundo. No sé puede hacer nada contra él, sólo esperar que falle”, dijo Jason Kidd, de los Nets, uno de nueve coaches que debutan.

Antes de que James se coronara, los Spurs los hicieron sufrir. San Antonio puede tener otra oportunidad, pero quizá no sea el mejor equipo de Texas después de la adición de Howard a Houston, donde hará pareja con James Harden.

Howard salió de Los Ángeles tras una temporada insatisfactoria pero luce contento en Houston, donde él y Harden pueden formar una pareja de poder.

Bryant está en rehabilitación por una ruptura del tendón de Aquiles. Muchos se preguntan qué tan bien puede jugar a los 35 años después de una lesión tan seria, además de que la partida de Howard provocó que, inusualmente, haya muy pocas expectativas para los Lakers.

En Los Ángeles, el entusiasmo está con los Clippers, que contrataron a Doc Rivers para dirigir a Chris, mientas que Paul Pierce y Kevin Garnett se fueron a Brooklyn después del desmantelamiento de Boston. Eso puede causar que ambos equipos, tradicionalmente perdedores, no sólo sean los reyes de su ciudad sino aspirantes a llegar a la final de la NBA.

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