No lo pensó dos veces. Lewis Hamilton brincó desde la tercera cuerda para meterse al cuadrilátero de la Arena México y enfrentarse, en un mano a mano, a Místico.
Primero lo pateó en las espinillas, luego lo aventó contra las cuerdas para aplicarle una vistosa plancha con la misma calidad con la que lo haría cualquier enmascarado de los que se presentan en la México.
Así sometió el piloto británico al ‘Príncipe de Plata y Oro’ ante el asombro de los asistentes a un evento organizado por la firma Puma para el nuevo tricampeón de la F1.
Hamilton el extrovertido. Una faceta poco usual del integrante de Mercedes, pero que sacó a relucir por la satisfacción de quitarse la presión de revalidar su título de la temporada pasada.
“Estas tres últimas carreras del campeonato voy a divertirme. Me enfocaré en gozarlo, porque fueron semanas de mucha tensión en las que tenía la presión de la prensa, los aficionados y de todo mundo por alcanzar el campeonato, que finalmente lo conseguí en el pasado Gran Premio de Estados Unidos”, expuso el británico.
Y vaya que lo está gozando. Primero se divirtió con un grupo de mariachis con los que se animó a agarrar una guitarra y aventarse un ‘palomazo’. Todo quedó en un intento, pues no se sabía ninguna canción y menos algún acorde.
Después se echó un partido en un futbolito con el atacante del América, Oribe Peralta, contra quien perdió con artimañas, como el movimiento de mesa por parte de Místico. Luis García fue el narrador.
Así apareció Mephisto para aguar la fiesta. Castigó a Místico una y otra vez ante el rostro de sorpresa y de dolor de Hamilton.
Mephisto hizo el relevo con Lewis, quien de inmediato se metió en su rol del bando rudo. Incluso, animó a los cientos de asistentes en las gradas que, impetuosos, coreaban el “Lewis, Lewis”.
“Estoy disfrutando mi estadía en México. Ya me animé a comer comida mexicana y estoy agradecido de que me compartan un poco de su cultura”, dijo el británico.
Prometió que no se reservará para el Gran Premio de México y que mostrará esa rudeza al volante para someter a sus adversarios de pista, como ayer lo hizo ante Místico.