Todo el futbol mexicano, pero sobre todo, los cuatro clubes llamados grandes tienen una misión:
Detener la avalancha norteña.
Tigres, el campeón, y Monterrey, subcampeón, son los equipos que dominan la Liga MX. Podrá decirse que esta autoridad se basa más que nada en el poderío econocómico que ambas instituciones ostentan, pero ya lo explicaron los técnicos regios: RicardoFerretti y Antonio Mohamed... ”No todo lo que brilla es oro”.
“México tiene el futbol más parejo del mundo, hay que saber invertir, los dos equipos [de Monterrey] tenemos la fortuna de contar con el apoyo para escoger jugadores. Otros equipos son poderosos y hacen más inversión que nosotros; la calidad de jugadores que hemos contratado y los resultados dan base a comentarios, pero no somos los únicos dos que invierten, no estamos muy por encima o muy por abajo de otros equipos. Estos jugadores valen por su calidad y rendimiento, pero se exagera que sólo por la cantidad inversión que se hace estamos en la final”, dijo el Tuca de cara a los duelos por el título del Apertura 2017.
Sea lo que sea, los grandes ya no pueden permitir tanta humillación. De las últimas cinco finales, en todas han estado Tigres o Monterrey presentes, siendo los felinos los más dominantes.
Por eso, América debe hacer valer por fin ese mote de poderoso; por eso, Guadalajara debe dejar los pretextos atrás; por eso, Cruz Azul tiene que curarse de la inacabable malaria, por eso, los Pumas deben sacar la cabeza del hoyo donde la metieron malos manejos.
La misión es por demás conocida, todo el mundo la sabe. Los cuatro grandes deben de acabar con el dominio del norte, si es que quieren seguir siendo llamados así, si es que quieren seguir ostentando ese nombre en la Liga MX.