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NUEVA YORK.— Las calles en Nueva York lucen repletas. Los transeúntes atestan las aceras con ánimo de fiesta, sin importarles los -8 °C de temperatura y el aguanieve que se precipita sobre la gran urbe de hierro. Sí, el frío no es impedimento para la diversión previo al Super Bowl.
Al sacar las manos del abrigo se siente de inmediato el entumecimiento de los dedos provocado por el aire frío, pero los paseantes son felices, se divierten a su modo al caminar arropados con abrigos y bufandas de pies a cabeza.
Los espectaculares electrónicos de Times Square lo iluminan todo, las marquesinas de Broadway anuncian los musicales puestos en escena: El Rey León, Wicked y Chicago, entre otros; y las taquillas tienen enormes filas de personas a las que no les importa helarse con la finalidad de comprar un boleto.
Los aficionados de los Halcones Marinos de Seattle y de los Broncos de Denver llegan poco a poco a la ciudad y comienzan a poner el ambiente festivo.
Las tiendas de moda aprovechan el flujo de personas para contratar DJ’s y maniquíes humanos que complacen la mirada de los curiosos al contorsionarse mientras que bailan detrás de las vitrinas.
Bares, expendios de comida y restaurantes también se saturan.
Una de las atracciones principales del Super Bowl Boulevard (ubicado sobre la avenida Broadway) es el Tobogán, para quienes desean aventarse adentro de un saco por una resbaladilla y liberar adrenalina. Conforme pasan las horas, las luces por doquier adquieren un fulgor aún más vivo, con la promesa de que en la noche habrá vasta vida aunque el día muera. Nueva York palpita con el Super Bowl.
No descuidan la seguridad
Pese a que no existe una amenaza específica de un atentado terrorista al Super Bowl, las autoridades federales y locales han redoblado la seguridad y analizado los informes de inteligencia sobre los recientes ataques contra la red de transporte público en Rusia.
“Estamos pendientes a lo que pasa alrededor del mundo, pero en este momento no tenemos conocimiento de una amenaza”, dijo el comisionado de la policía de Nueva York, William Bratton.
Debido a que este Super Bowl tiene la peculiaridad que depende del transporte público para trasladar a fanáticos al estadio, los atentados en la sureña ciudad rusa de Volgogrado generaron preocupación.
Es por eso que los trenes, autobuses y automóviles que trasladarán a los aficionados desde Nueva York al estadio serán escaneados y revisados, dijo la policía.