El jugador de futbol americano en los Gatos Salvajes de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ), Rubén Cabrera, heredó además de la pasión por este deporte, el sobrenombre de “Tuko” gracias a su padre, a quien le decían de la misma forma cuando jugó en esta institución.
Ahora, el joven de 17 años vive un momento importante en su carrera deportiva, al ser el único jugador queretano que continúa dentro de la lista de 84 jugadores que se encuentran en proceso de preselección para conformar la selección nacional que jugará el Campeonato Mundial de la disciplina, en la categoría Sub 19, programado en Kuwait, del 5 al 17 de julio.
La experiencia ha sido enriquecedora para Rubén, quien antes de su entrenamiento vespertino declaró que “ha sido un largo proyecto de preparación, por lo cual me he esmerado más de lo necesario y todo para salir adelante y seguir en este proceso. Es algo que me hace sentir orgulloso de poder representar a mi estado y a mi organización dentro de lo que es el futbol de México”.
Fueron nueve los jugadores queretanos que comenzaron la búsqueda de un lugar en el equipo mexicano desde la convocatoria. El primer corte lo pasaron siete, el segundo avanzaron seis, para el tercer filtro sólo avanzaron tres: Kevin Quintanar, Joel Arreguín y Rubén Cabrera. En el siguiente filtro sólo consiguió avanzar Rubén.
“Los entrenadores se fijan mucho en la actitud, la técnica y el trabajo en equipo, en conjunto con tus compañeros, la competencia es muy dura pero ha sido nivelada ya que por parte de todos se vio un esfuerzo grande para asistir a las pruebas”, comentó el joven que se desempeña en la posición de centro en la ofensiva queretana y que ha jugado seis temporadas con Gatos Salvajes UAQ.
“Tuko” Cabrera explicó un poco en qué consiste el trabajo en los entrenamientos eliminatorios, a los cuales regresará el 9, 10 y 11 de mayo para la siguiente etapa de la preselección.
“Llevan una mecánica de entrenamiento en la que se divide una sección para lo que es técnica, otra sección de calentamiento y otra para ver interacciones entre la ofensiva y la defensiva y al final de todo se juntan las dos para hacer lo que nosotros llamamos pulir, que es el ver jugadas de la ofensa contra defensa y seguir adelante con el trabajo”.
Cabrera Martínez sabe que su crecimiento dentro del campo se lo debe a los Gatos Salvajes UAQ, ya que la institución le ha dejado el saber lo que es el amor a unos colores. “Esta organización te da muchos valores, te inculca un amor a tu jersey, a tus colores, porque cada vez que te lo pones sientes algo especial para poderlo representar, no es solo ponerte una playera y salir a jugar, sales a defenderlos y defender el trabajo que haces durante toda una temporada.
“Me deja el amor a mi equipo, mis amigos que son hermanos por los cuales te puedes partir el alma sabiendo que ellos lo harán por ti, y mucho cariño a este lugar y a estas personas”, afirmó el jugador que consideró que las claves para continuar en el proceso de selección han sido “esfuerzo, disciplina y ganas”.
Rubén tiene claro el rumbo a seguir en un futuro a corto plazo. “Mi meta se basa en dos partes, ahora estoy recibiendo ofrecimientos de becas y visorias de varias universidades y eso me hace sentir muy bien ya que mi meta es jugar al menos una Liga Mayor y destacar tal vez como el mejor centro de México, pertenecer a una categoría Seniors en la que pueda jugar con México ante varios países en un mundial y representar a mi país y a mi estado.
“Con Gatos Salvajes mi plan, ya que en este momento no hay Liga Mayor aquí, ni apoyo por parte de la Universidad, es ir a jugar a otro lugar la categoría Intermedia o la Liga Mayor, me gustaría jugar en Aztecas de la UDLAP, Auténticos Tigres de la Universidad Autónoma de Nuevo León o Pumas de Ciudad Universitaria”, concluyó el joven que ve su esfuerzo de entrenar seis o siete días a la semana reflejado en la oportunidad de ser un seleccionado nacional.