Corría el minuto 94 cuando Julio Nava cobró un tiro libre y Felipe Baloy tocó lo suficiente el esférico para que se fuera al fondo de su propia meta y con ello Gallos Blancos empatara en el último minuto con Santos.
Los de la escuadra queretana brincaron de alegría al ver la de gajos dentro de la meta santista, pues la distancia en el tema porcentual se recortaba a tres unidades respecto a San Luis.
Los queretanos fueron superiores en el segundo tiempo, Santos no generó peligro y se dedicaban a cuidar la ventaja tras un dudoso penal a favor de Santos y bien cobrado por Oribe Peralta.
Los Gallos Blancos salieron con los espolones afilados en búsqueda de un gol tempranero que les diera tranquilidad. Presionaban en terreno propio a Santos; sin embargo, no lograron inquietar a Oswaldo Sánchez, salvo un disparo cercano de Amaury Escoto.
El partido fue mezquino, donde ninguno de ambos conjuntos generaban peligro en las áreas. La disputa por el balón se concentró en la media cancha.
El cuadro del portugués Caixinha no se desesperaba, mantenía la calma, tocaba una y otra vez la pelota, pero no lograban generar oportunidades al frente. En cambio, Gallos Blancos robaba pelotas e intentaban generar al frente.
En una de ellas, Wilberto Cosme disparó con potencia, pero el balón pasó apenas desviado del palo izquierdo de Sánchez Ibarra.
El momento clave del primer tiempo llegó al 35’. Oribe Peralta, delantero de Santos, se enfiló al área y en la salida Sergio García tocó al artillero. El silbante decretó la pena máxima, que en ningún momento existió. Un error más en contra de los queretanos y el primer tanto del encuentro a favor de los de la comarca (1-0).
El inicio de la segunda parte no mejoró en demasía. Gallos Blancos salió a buscar el empate, a remar contra corriente. En cambio, Santos fue más mesurado, ya con la ventaja en la bolsa se dedicaron a cuidar el marcador y esperar un “latigazo” que sorprendiera a los visitantes.
Fue de esta manera como tuvieron dos jugadas de peligro. Ambas de la mano de Hércules Gómez, pero no fueron fructíferas y los queretanos seguían en desventaja por un tanto.
Caixinha movió sus piezas, sacó a Darwin Quintero e hizo ingresar a Juan Pablo Rodríguez para tener mayor gente en media cancha y con ello evitar que los queretanos lograran avanzar; sin embargo, se defendían en terreno propio y sin la pelota.
‘Nacho’ Ambriz hizo lo propio y mandó al terreno de juego al peruano Juan Carlos Mariño, quien tuvo dos oportunidades para empatar el partido, pero que no logró conectar de gran manera y se perdieron las llegadas.
Al 76’, Gallos Blancos se quedó con diez hombres debido a la expulsión, por doble tarjeta amarilla, del defensor Mario Osuna.
Apodí encontró en la banda derecha una avenida, donde se paseaba como en casa, llegando a línea de fondo e, incluso, disparando de media distancia, pero no se lograba reflejar en el marcador. Santos ya no generaba peligro al frente, Gallos era un claro dominador del partido.
Al final, en el tiempo de compesación, la recompensa llegó para los queretanos que no salieron con las manos vacías de tierras coahuilenses, donde con todo y contra todo salieron abantes y con un punto en la bolsa.