La Federación Mexicana de Futbol se tardó más de dos años en reaccionar y “crear” una campaña para tratar de inhibir el grito de “puto”. Lo hizo mediante un video con elementos del Tri en el que se pide estar “Abrazados por el futbol”, pero en el que no se alude a evitar la expresión cada vez que despeja el portero.
Iniciativa estéril, pues a los 2 minutos con 30 segundos se escucha al unísono “puto” en el Estadio Azteca durante el México-Canadá.
El grosero ritual se repite 25 veces a lo largo de los 90 minutos que dura la batalla en el ‘Coloso de Santa Úrsula’. Pero la cumplidora campaña entró, al fin, como calzador.
Niños, mujeres, hombres y personas de la tercera edad lo exclaman sin consideraciones. “No es un insulto. Es la forma que tenemos para expresarnos en el estadio. Es algo que yo creo que nunca se va a acabar”, aseguró Ricardo Robles, fan del conjunto tricolor.
Las acciones emprendidas por la FMF ni siquiera se notan. El video creado no se proyectó en las pantallas del ‘Coloso de Santa Úrsula’, antes del duelo eliminatorio rumbo a Rusia 2018. Tampoco hay volantes ni personal que oriente a los espectadores a no practicar la discriminación. La campaña se quedó el internet y poco trascendió.
Intentos del sonido local para tratar de enviar mensajes inaudibles en varias zonas del estadio, debido a la mala calidad de las bocinas. Sin embargo, en cada despeje de meta se escuchó el “puto”. Cuando se lesionó el meta canadiense, Milan Borjan, la afición expresó la controvertida palabra en varias ocasiones. Habrá que esperar si la FIFA decide sancionar con mayor severidad a la Femexfut por cantos homofóbicos.
El 18 de marzo de 2014, Ricardo Bucio, entonces titular del Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred) denunció en entrevista con EL UNIVERSAL que ese alarido resulta una conducta homofóbica. “Hay una omisión y un equívoco permanente por parte de las directivas [de los clubes] y la FMF. Es una expresión que puede degenerar en violencia [...] Hay una carga de minusvaloración y desprecio en los estadios”, dijo Bucio.
Reclamo obviado durante 742 días por los jerarcas de la Femexfut, Justino Compeán y Decio de María, quienes incluso lo defendieron. “Es un grito de júbilo”, declaró el actual presidente de la FMF el sábado pasado. Guillermo Cantú, secretario general de la FMF, calificó hace dos meses la “primitiva expresión” —descrita así por el sociólogo, José Miguel Candia— como parte de la cultura mexicana. Sin embargo, se retractó ayer: “Es un grito que, como Federación, no nos gusta”, lamentó. “Los problemas más sensibles de discriminación en nuestro país se dan contra grupos minoritarios. En México dichas minorías son bastante numerosas y podemos hacer mucho más”, consideró Cantú.
En ese tiempo de omitir las denuncias de activistas, la FIFA hizo un extrañamiento durante el Mundial de Brasil 2014 y luego le impuso una multa de 20 mil dólares al organismo rector del balompié nacional en enero pasado por el peculiar alarido.
Dice Milan Kundera en su libro “La Inmortalidad” que nuestro único profundo deseo en la vida es la de que todos nos consideren grandes pecadores”. Los mexicanos en el Azteca son la muestra. Gritan “puto” cada que despeja el portero canadiense. Se sienten orgullosos del grito, catalogado como un pecado homofóbico por la FIFA.
Minuto de silencio. Previo al México vs. Canadá se guardó un minuto de silencio por la memoria de Raúl Cárdenas, fallecido el viernes pasado. El ex estratega dirigió a la Selección en México 1970 en la que el Tri superó la primera ronda por primera vez en su historia.