Cae el telón del torneo Clausura 2016 en el Corregidora. El último partido como local de Gallos en el actual torneo contra Pumas fue la ocasión para que vendedores de camisetas, banderas, gorditas de migajas y guajolotes, entre otros, aprovecharan para hacerse de “un dinerito” con la venta de sus productos, antes de que el estadio queretano cierre casi dos meses sus puertas.
Incluso los mismos revendedores se ven afectados por la mala actuación de Gallos, como lo comenta una de ellas, ahora que termina la temporada, ‘Sandra’ se dedicará a la reventa de boletos en conciertos, ya que las ganancias en el futbol se vieron menguadas este Clausura 2016, pues la gente no asiste a los partidos cuando el equipo marcha bien.
José Luis Torres, vendedor de playeras en las cercanías del estadio, apuntó que la venta de sus productos durante la actual temporada estuvo “tranquila”, pues no se vendieron tantas como en otros torneos.
“Se ha vendido, pero muy tranquilo. Nada que ver como cuando estaba Ronaldinho, era otro tipo de personaje”, abundó, y ahora que fue el último partido de Gallos como local, señaló que buscará vender en otros estadios, como el de León.
Por su parte, María de Lourdes, empleada en un puesto de guajolotes, tortas y gorditas, comentó que cuando el equipo no tiene buenos resultados sus ventas caen. “También las ventas están bajas. Cuando el equipo anda mal las ventas bajan, porque la gente casi no compra, salen molestos y se van, nos afecta bastante. Cuando estaba Ronaldinho había estadio lleno y acabábamos pronto, ahora nos han bajado las ventas hasta 50%”, explicó.
De la misma manera, vendedores de comidas y golosinas dentro del estadio coincidieron en que cuando el equipo no tiene buenos resultados sus ganancias disminuyen, pues la gente sale enojada por las derrotas del cuadro albo en la cancha y no venden como cuando ganan.
Quienes no ven afectadas sus ventas son los expendedores de cerveza, pues señalaron que ganen o pierdan, los aficionados compran la bebida hecha de cebada. Por ejemplo, explicaron, en el partido ante América, compraron tanto aficionados de Águilas como de Gallos, unos porque perdieron y otros porque ganaron.
