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HOUSTON.— Todo se reducirá a ocho días. Justo antes de viajar a Brasil, donde participarán en la Copa Confederaciones, los seleccionados mexicanos sabrán si es un suculento entremés o la prematura odisea por una tierra que no visitarán en el invierno adecuado.
El Tri se alista para el amistoso de mañana ante Nigeria, mas lo que hurta el sueño a sus integrantes son las horas críticas que vivirán a partir del martes, cuando inicie una semana clave en el proceso encabezado por José Manuel de la Torre.
Tres partidos en los que la Selección se jugará buena parte de sus opciones para clasificar al Mundial Brasil 2014. Visitas a Jamaica (4 de junio) y Panamá (7), además de recibir a Costa Rica en el Estadio Azteca (11); 270 minutos a matar o morir.
“Claro que nos jugamos buena parte del boleto, porque imagínate si en esos tres partidos no sacas puntos, buenos resultados, en qué posición te quedas”, expresa el contención Carlos Salcido, quien juega su tercera eliminatoria mundialista. “Pero también sabemos que, si sacamos la mayor cantidad de unidades, te puede dar casi una clasificación… Es lo que queremos”.
Después de tres jornadas en el hexagonal final de la Concacaf, el representativo mexicano ocupa el quinto sitio, con tres puntos. En este momento, ni siquiera alcanza el hipotético repechaje ante Nueva Zelanda, aunque sólo le separan dos unidades del líder Panamá.
Se trata del peor arranque mexicano desde que la última etapa clasificatoria se juega con media docena de combinados (cinco ediciones). El margen de error ya no existe. Otro paso en falso podría representar caer en el abismo.
“Hay que salir con hambre en cada partido”, aconseja Ángel Reyna, quien es respaldado por el contención Jesús Zavala: “Sí, nos jugamos gran parte del pase al Mundial. Son juegos importantes y tenemos que ganar para estar tranquilos”.
En especial, porque se trasladarán a Brasil la misma noche del duelo contra los ticos. Quieren hacerlo con la certeza de que cumplirán una misión que no lucía difícil hace algunos meses, cuando el actual proceso alcanzó su punto máximo con el paso invicto en la anterior ronda eliminatoria y la medalla de oro en los Juegos Olímpicos Londres 2012.
Recuerdos asociados con gloria y buen futbol, requisito para el experimentado Salcido, quien pide hacer énfasis en las formas, ya que es el camino más corto hacia la victoria.
“Sí, queremos sacar puntos como sea, ya viste lo que pasó contra Jamaica (en el Azteca, 0-0) y los partidos esos (ante Honduras y Estados Unidos)”, lamenta. “Tenemos que jugar a lo nuestro, que se hagan bien las cosas; lógico, acompañado de resultados, pero a ver qué sucede”.
Incógnita que no les otorga la tranquilidad presumida durante los primeros dos años del actual ciclo mundialista. Meses que se pondrán en juego durante una semana, en la que deberán redimirse, sobre todo en cuanto a no fallar ante el marco adversario.
“Es la semana más importante [de este proceso], porque esos juegos van a definir lo que están esperando muchos mexicanos”, dice el defensa Hiram Mier. “Todos estamos con muchas ganas de ir a jugar de la mejor manera y buscar los puntos”.
Esos que han dejado ir en tres partidos. Se han agotado el crédito que tenían para todo un año, así es que todo se reducirá a ocho días marcados por críticas horas.