Funesta fecha para el balompié mexicano, marcada con un indeleble plumón negro por quienes han probado el amargo sabor del dolor un día antes de que finalice el sexto mes del año... Y casi siempre con Alemania como verdugo.
La maldición del 29 de junio es tan contemporánea como infalible con la Selección Mexicana, que ayer sufrió su cuarto revés en esa fecha. Todos durante las dos más recientes décadas.
Oscura historia que comenzó hace 19 años en el estadio de la Mosson, en Montpellier, Francia. Por los octavos de final en la Copa del Mundo, el Tricolor se midió con los germanos, quienes se impusieron (2-1), con agónicos tantos de Jürgen Klinsmann (74’) y Oliver Bierhoff (86’). Fue la tarde en la que Manuel Lapuente puso a Raúl Rodrigo Lara como defensa central.
El adversario fue el mismo siete años después, en el duelo por el tercer sitio de la Copa Confederaciones. Los entonces futbolistas de Ricardo Antonio La Volpe ofrecieron resistencia, pero cayeron en tiempo extra (4-3).
La amargura fue aún mayor durante el verano de 2014. También en octavos de final, el representativo mexicano tuvo ventaja de 1-0 y soñó con el quinto partido en una Copa del Mundo... Hasta que Holanda despedazó sus sueños.
Un gol de Wesley Sneijder (88’) y otro de Klaas Jan Huntelaar (94’), producto del polémico penalti cometido a Arjen Robben, dieron otro motivo para considerar maldita esa fecha en la que ayer se volvió a caer ante la Mannschaft.