“Con prisa, pero con pausa”, es lo que se atrevió a decir Agustín Manzo, director deportivo de Cruz Azul, al presentar ante los medios de comunicación a Joaquín Moreno como técnico interino, después del cese de Sergio Bueno.
Antes, Guillermo Álvarez, presidente del club, platicó con el plantel en el vestidor de las instalaciones de La Noria. ‘Billy’ pidió a los jugadores toda su colaboración para sacar el torneo adelante.
¿Y del técnico principal?... Nada.
Según Manzo, la directiva se tomará “su tiempo” para decidir quién será el nuevo ‘maquinista’, dejando en el aire la llegada de Tomás Boy a la institución.
“Joaquín —quien se encargaba del equipo de la Sub-20— es alguien muy preparado, que conoce la intimidad del club, por eso estará al frente en el juego contra Atlas, y después de eso veremos qué decisión vamos a tomar. Vamos al día”.
El directivo aclaró que la decisión no está tomada, porque mientras Sergio Bueno estuvo al frente, “no se buscó a nadie más. No trabajamos a sus espaldas”.
—¿Tomás Boy es la principal opción?, se le preguntó.
“En lo personal, pienso que Tomás es un gran técnico, capacitado y muy inteligente, pero como él, hay otros técnicos a quienes hay que considerar”.
Además de Boy, suena el nombre de Manuel Lapuente. El ‘Hombre de la Boina’ ya dirigió a Cruz Azul en la temporada 1988-89, y duró sólo nueve jornadas en el cargo.
Y ante el mal torneo, Agustín Manzo se desvinculó de echar culpas y asumirlas. “Sergio siempre fue profesional. Los jugadores siempre estuvieron con él. No hubo división en el vestidor. No es cuestión de responsabilizar a nadie, la realidad es que los resultados no se dieron”.
—¿Tú no tienes responsabilidad?
“Trabajo, hago lo que me indica mi directiva. La calificación que me dé mi presidente es lo que me interesa, lo demás... no”.