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Perros calientes de la frontera

Perros calientes de la frontera
30/11/2012 |02:53
Redacción Querétaro
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TIJUANA.— Hace año y medio, los Xolos no existían. Hoy están a 90 minutos de robarse los reflectores del futbol mexicano, presumir una corona y quedar para siempre en la historia como un equipo monarca que nadie va a olvidar. Andan como perros calientes.

Estos canes eran un equipo que jugaba en Liga de Ascenso, en un lugar mejor conocido por la violencia; por los continuos cruces de México a Estados Unidos. Pero se han colocado en el mapa, como equipo sensación y que se lleva una ventaja de 2-1 al Nemesio Díez mínima, pero que igual los ilusiona.

Los habitantes de la frontera se han quedado enamorados del balompié. Nadie habla de beisbol, futbol americano o baloncesto. Las leyendas en las playeras y el ambiente es de optimismo, luego de que Tijuana derrotó al Toluca en la final de ida.

El liderazgo en el marcador se lo quedan los Xolos con una mácula. En una final de futbol, las pifias arbitrales pueden definir al subcampeón acuchillado y al campeón erigido con base en la injusticia.

Así quedó señalado el desenlace del primer juego de la serie por el campeonato.

Furioso, hambriento, como lo prometido por Antonio Mohamed. Echado para adelante en la parte inicial y en la búsqueda de cazar a Alfredo Talavera. Xolos empezó frenético, derivado durante los primeros 15 minutos de partido, por el empuje del público local, que siempre estuvo enganchado, animado, aferrado a que su equipo se fuera al frente.

Tiros de larga distancia, aproximaciones, pases filtrados, que no encontraron la forma de vulnerar al Toluca. Ese vértigo tijuanense se terminó por diluir, estaba casi extinto, cuando una pincelada de trazo de Christian Perellano a Fidel Martínez terminó en un gol digno del apodo que tiene el atacante canino.

El Neymar ecuatoriano bajo de pecho, el balón bajaba lento y justo en el lugar que quiso se rogodeó. Tuvo la paciencia, virtud de delanteros letales, para aguantar la salida de Tala. El estadio Caliente comenzó los baños de cerveza. Toluca se veía en desventaja, apenas a los 23 minutos y en aparente desconcierto.

Antonio Mohamed, técnico de los fronterizos, apenas hizo una mueca. Era un tanto que acercaba a los suyos a su primera estrella de Primera División, pero en el fondo sabía que los separaban otros 157 minutos de la gloria.

Pero el Diablo es viejo y sabio. Sus jugadores suelen tener tranquilidad, aún en la adversidad. Son parte del “Infierno” y ahí han aprendido a responder, cuando el ambiente hostil se presenta y los amenaza. Cuando es de inmediato la reacción, mucho mejor.

Luis Tejada se inventó una jugada, apenas tres minutos de la diana de Martínez. Tuvo la complicidad de Lucas Silva para abrir y el brasileño, lo único que hizo, fue cruzar un centro para que en el área chica, un equipo de Enrique Meza por fin le hiciera una anotación a una escuadra dirigida por Antonio Mohamed. El autor, ¿quién más? Édgar Benítez (26’).

El empate enfrió al Caliente. Los Xolos ya no llegaban, se encontraron de pronto con un laberinto y los Diablos Rojos comenzaron a sentirse cómodos, con el monopolio de la pelota, al estilo del Ojitos. Sin profundidad, es cierto, pero mantuvieron nublados a los Perros Aztecas.

Meza de pie y paseando en su área técnica. Era un tour interminable, con nervios de novato. El Turco, enchamarrado, estoico y en comunicación constante con sus ausiliares.

Fue entonces que el partido tomó un rumbo auspiciado por un mala respuesta de los silbantes. Hay decisiones que cambian historias. Si el abanderado hubiese visto el fuera de lugar de Pablo Aguilar, levantando la bandera, invalidando todo, Tijuana no hubiese conocido lo que es recuperar la ventaja.

La afición local festejó la anotación del defensa paraguayo con la misma intensidad. Se alzaron orgullosos de que el sueño de ver a su equipo campeonar el próximo domingo y salir a las calles de la ciudad fronteriza a festejar cuando regrese su equipo.

Talavera y sus defensores más cercanos levantaron la mano para que se señalara el off side, pero el juez asistente corrió hacia el centro de la cancha.

La pifia estaba consumada. Gol de los Xolos, el segundo, el de la ventaja, el marcado en fuera de juego, que igual vale. Se mantuvo el 2-1 hasta el final del cotejo.

Serán 90 minutos en el “Infierno”, de ahí tienen que salir los perros calientes vivos y no rostizados para quedarse con su primer título en la Primera División.

A Mohamed, sus jugadores y afición mantienen la ilusión, pese a que la misma fue producto de un gol en fuera de lugar.