“En manos del destino”. Juan Carlos Osorio lo quiere dejar así… Nada de especular, nada de adivinar, nada de hablar de lo que se preferiría, o qué se quiere evitar.
Todo en manos del destino, así lo pondrá México de cara al sorteo de la Copa del Mundo.
Llegó la delegación mexicana, completa. Osorio esperó a Decio de María, presidente de la FMF; Guillermo Cantú, secretario general y Denis Te Klose, director de selecciones, en París, Francia, para arribar juntos al hotel sede de la FIFA, donde se han reunido las delegaciones clasificadas a la Copa del Mundo de Rusia.
“Veremos qué tiene el destino para nosotros”, es lo primero que dice el colombiano, de buen talante, buen humor, y con mucha hambre… “hay que ver qué hay de cenar”, pide a Raúl Méndez, jefe de operaciones.
Pero para no entrar en más especulaciones, de modo directo, afirmó: “El futbol mexicano se ha ido preparando para llegar a esta última instancia y si queremos hacer un gran Mundial debemos enfrentar a rivales difíciles, sea quien sea”.
La adrenalina que contiene Osorio es grande, quisiera que la Copa del Mundo iniciara mañana, y no tener que esperar 196 días más, según el reloj colocado a un costado de La Plaza Roja de Moscú.
“No es un secreto que es una oportunidad que he esperado toda mi vida y no sólo en lo personal, también todo el cuerpo técnico”.
La mala imagen que se dejó en la Copa Confederaciones se limpió. “Sorprendimos a selecciones cabeza de serie jugándoles de igual a igual y eso es una buena experiencia”.
Por eso cuando los demás medios se dan cuenta de su llegada, no dejan de seguirlo y pedirle unas palabras. A todos atiende, porque Juan Carlos Osorio se siente bien y deja todo al destino, ya que contra las esferitas de la FIFA, poco se puede hacer.
