Gustavo Matosas rechazó que se trate de un fracaso la prematura eliminación de los Esmeraldas de León de la Copa Libertadores de América, tras la derrota en tandas de tiro penal ante el Deportivo Iquique de Chile.
Durante el arribo del equipo a la capital mexicana, el estratega recordó que hace un año la institución aún luchaba por ascender a la Primera División y ahora, doce meses después, ya tuvo la posibilidad de encarar un choque en el evento que organiza la Conmebol.
Aunque lamentó que los arbitrajes les hayan impedido acceder a la fase de grupos de la justa, y peor aún que la Federación Mexicana de Futbol (FMF) no ponga una protesta para acabar con los silbantes localistas.
"Prefiero no hablar de los árbitros, me voy a mantener como siempre, pero me parece que la Federación debería de estar atenta, que nos tengan en cuenta como equipos importantes. Nos sentimos desprotegidos, la Federación debería proteger a sus equipos", dijo.
En tanto, el presidente de los felinos, Jesús Martínez, indicó que existe tranquilidad por el esfuerzo que hicieron los jugadores durante los 180 minutos de los partidos ante los andinos, y rechazó culpar a los nazarenos del revés.
"Fue un golpe fuerte porque estaba dentro de nuestros objetivos ingresar a una Copa de tanto prestigio como la Libertadores. Nosotros normalmente no hablamos del árbitro, no vamos a poner ninguna excusa, quedamos eliminados, sabemos que en los partidos de visitante siempre son así, teníamos que luchar contra eso y quedamos fuera, no hay que lamentarlos y ahora pensar la permanencia y concentrarnos en Cruz Azul porque un triunfo nos quitaría la presión".
Carlos Peña quedó descartado para el choque ante los cementeros debido a que sufrió un esguince de segundo grado en un tobillo, incluso, llegó en muletas procedente de Chile.
