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SAN ANTONIO.— Diego Reyes vuelve a Europa con la sonrisa más acentuada. El chico sabe que todavía no alcanza ese nivel que sedujo a la directiva del Porto de Portugal, aunque sí ha vuelto a convencer a Miguel Herrera.
Primer test superado. El próximo será el 5 de marzo, en Atlanta, contra Nigeria. Chico en el que el director técnico de la Selección Mexicana tiene depositada mucha confianza, al que jugar en el segundo plantel de los Dragones portugueses no ha oxidado.
Está consciente de que debe terminar de llenar la pupila del Piojo, pero reconocer que es muy grande la posibilidad de jugar su primer Mundial a nivel mayor.
“Siempre te tienes que sentir cerca. Si tienes un sueño, debes perseguirlo. Hay que ser ambicioso”, subraya el espigado defensa central. “Siempre es un sueño para todos los jugadores del mundo ¿Quién no quisiera estar ahí?”.
Él debe mejorar su desempeño y mantener la disposición que tanto agrada al entrenador nacional.
Serio, admite que los primeros minutos sobre el césped del Alamodome fueron complicados, en especial porque tenía cuatro meses sin jugar con el Tricolor.
“Al principio, sí costó, pero después me sentí muy bien”, presume. “Físicamente, no tengo problema, ya que estoy jugando con el equipo “B” [del Porto]… Estoy en ritmo”.
Lo que interesaba comprobar a Herrera, por lo que le otorgó 90 minutos, a diferencia de Rafael Márquez y Francisco Javier Rodríguez, quienes fueron sustituidos en el choque con Corea del Sur.
Jugar al lado del Káiser de Michoacán y El Maza reconfortó al medallista áureo en Londres 2012, quien pondera no haber recibido anotaciones en el primer juego de 2014.
“Manteniendo el cero, la defensa estuvo bien. Siempre hay cosas por mejorar, detallitos que trabajar”, recuerda. “No digo que soy el peor, ni el mejor, pero siempre se aprende algo nuevo”.
“Cada partido es una nueva experiencia y siempre hay que salir con la cara en alto, pero también humildad y sabiendo lo que se hizo, tanto bien como mal”.
Reconoce que aún debe mejorar, pero confiesa que “me voy con mucho ánimo a Portugal para seguir trabajando”. A final de cuentas, se siente cerca de la XX Copa del Mundo.