En los próximos 10 días, el América enfrentará duelos que pueden ser clave para su destino en el primer semestre del año. Frustración o resurgimiento.
Cruz Azul y Herediano dictarán sentencia a una escuadra azulcrema que se ha “comido” 10 goles en su última tercia de juegos. Tres ante los ticos en la semifinal de ida de la Concacaf, cuatro frente a Veracruz y tres más ante Necaxa en un amistoso.
“Es una semana clave. Es un clásico, que se tiene que ganar como sea. Va a servir como un puente para que el miércoles busquemos un lugar en la final en la ‘Concachampions’”, considera el delantero Darío Benedetto.
El argentino analiza la serie de achaques que han padecido las Águilas en los últimos partidos.
Cuando más eran las expectativas de la afición y prensa hacia el vigente campeón del futbol mexicano, llegaron las lesiones de varios futbolistas importantes que comenzaron a aquejar el funcionamiento de la escuadra del uruguayo Gustavo Matosas.
Oribe Peralta, Moisés Muñoz, Cristian Pellerano y el propio Benedetto terminaron por visitar al doctor en la búsqueda por recuperarse.
“Nos jugaron en contra las lesiones de jugadores clave. Perdimos un poco la cabeza con muchas peleas, eso fue lo que jugó en contra”, justifica.
En las redes sociales ofiales hay un esfuerzo de los azulcremas por convocar a su fanaticada a no dejar solo al equipo en los próximos encuentros.
Continuidad de Matosa, “estuvobien”. Darío Bendetto presume que él y el resto de sus compañeros se encuentran con la mejor disposición de dar la cara por su técnico.
“Por suerte, Matosas se quedó. Ojalá el próximo partido ganemos, porque creemos en él. Hablamos con él, queremos que siga”, dice.
Además de la posible salida del club de Matosas, los dimes y diretes acerca de una ruptura en el vestidor surgieron en Coapa. Situación que refuta el goleador de las Águilas.
“Estar unidos dentro del vestuario y sin duda lo estamos para encarar lo que sigue”, explica Benedetto.