BELO HORIZONTE.— Un penalti para ser más grande, un penalti para pasar a la historia. Duvier Riascos luchó contra el destino, porque el destino quería que los Xolos pasaran a las semifinales, pero...
Minuto 91, y con el marcador empatado a un gol, el silbante chileno Patricio Pouc marca un tiro penal a favor del Tijuana. Todos pensaban que Fernando Arce se enfilaría, pero Riascos, autor del gol que dio la ventaja inicial, se quiso comer el pastel.
Tres, dos, uno y... los Xolos se quedaron en la orilla. Riascos patéo al centro, donde el portero Víctor, con el pie, desvió el balón. No había más, el destino quiso, pero los Xolos no.
Atlético Mineiro y Xolos empataron a un gol en el juego de vuelta por las semifinales de la Copa Libertadores para dejar el global empatado a tres goles. Los dos tantos anotados de visita por los brasileños les dan el pase a las semifinales.
Los Xolos vendieron cara la eliminación sudamericana. Riascos anotó un golazo a pase de Richar Ruiz (25’), que callaba al estadio Independencia; mas, un pase de Ronaldinho dejó solo a Rever para igualar el marcador (41’).
La segunda parte fue de un solo lado, con los Xolos en busca de la hazaña y el Mineiro en busca de que la magia de Ronaldinho hiciera la mayor diferencia.
Y llegó ese final, ese penalti discutido que puso a los mexicanos en el camino a la gloria, pero Duvier quiso comérsela solo y la gloria se le escapó de las manos.
De esta forma, el sueño fronterizo llegó a su final, igual que la relación de trabajo con Antonio Mohamed, quien ya había anunciado que, pasara lo que pasara, este sería su último duelo, al frente del conjunto de Tijuana, unos Xolos que... la dejaron ir.