Las Águilas aprovecharon el único error de La Máquina en los dos partidos de la final del Apertura 2018 para bordar su estrella 13 y convertirse en el máximo ganador del futbol mexicano. Los cementeros aumentan otro segundo lugar, para una extensa colección de malos recuerdos.
Un doblete de Edson Álvarez puso fin al invicto de Pedro Caixinha como local en el Estadio Azteca, que siempre perteneció al América, en afición, en esperanza y en confianza para ganar.
Miguel Herrera y el resto de Coapa le ganaron en cada punto al portugués y su cuerpo técnico europeo. Los azulcrema fueron más, con pocos goles, sin mucho espectáculo, pero fueron más.
El ríspido primer tiempo no dejó que fluyera un futbol lúcido. El jueves, ningún equipo salió a ganar, jugaron a no perder. En los 45 minutos iniciales de hoy, estuvieron a que el rival no les superara en lo más mínimo.
Duelo por el terreno, nadie pasa.
A César Arturo Ramos se le secó la boca de tanto pitar el silbato. Sin embargo, el árbitro no se guardó algo; el primer insulto que escuchó fue de parte de Oscar Farias, preparador físico de La Máquina, y lo expulsó sin misericordia. Además, sacó tres tarjetas amarillas: dos para el América (Emmanuel Aguilera y Jorge Sánchez) y a Martín Cauteruccio, de los cementeros.
Las Águilas crearon más oportunidades de gol, pero no lograron concretar. Diego Lainez mareó a Julio César Domínguez, mas la presencia de Pablo Aguilar frenó al joven volante. Renato Ibarra desbordó hasta línea final, con Adrián Aldrete siempre listo para taparle el centro. Oribe Peralta y Henry Martín batallaron arriba, sin las habilidades de Roger Martínez o Mateus Uribe, quienes no salieron a la banca tras sus lesiones en la ida.
El gol no lucía por dónde aparecer. Un error, sólo un error podría abrir el marcador.
José de Jesús Corona, portero titular del Cruz Azul en las últimas dos finales perdidas en Liga (contra Monterrey, Apertura 2009, y América, Clausura 2013) y capitán del equipo de Pedro Caixinha, fue el hombre de la equivocación que costó una nueva derrota en la disputa por el título.
El meta quiso jugar rápido con Iván Marcone, en el eje del área grande, sin percatarse de la parvada de azulcremas alrededor del argentino. Entre Edson Álvarez y Oribe Peralta le arrebataron el balón, que quedó en la pierna izquierda del primero, quien lo mandó al ángulo de Corona.
El Estadio Azteca no se silenció, a pesar de la mayoría celeste en las tribunas. Las secciones amarillas gritaron a todo pulmón la anotación del joven americanista. Los locales no se la podían creer. Otra vez, la misma historia, un subcampeonato más en liga.
Pedro Caixinha reaccionó ofensivo, no quedaba más. Andrés Rentería por Javier Salas. A buscar el empate. La modificación del portugués fue bien recibida por Miguel Herrera, quien apostó por el contragolpe para liquidar el juego.
El América se tardó enconcretar, pero no hizo falta que fuera tan antes porque los del Cruz Azul perdieron la cabeza. Gerardo Flores, desde la banca, entró a la cancha de la desespeación y fue expulsado. Nada les salió a los de Caixinha, quien vio la primera derrota en el Estadio Azteca como local.
Doblete de Edson Álvarez, al liquidar, por fin, un contragolpe para matar cualquier ilusión celeste.
Las Águilas cantan, son campeones. La Máquina ya no marcha, un sexto subcampeonato en 21 años. Cero títulos desde aquel Invierno 1997.