Javier Hernández ya es jugador del Sevilla. El mexicano firmó este mediodía su contrato antes de la multitudinaria presentación en la ciudad deportiva.
Mismo discurso, mismas frases, mismas promesas. Es el mismo 'Chicharito' de los últimos tiempos, comprometido a todo y nada, hablando mucho y diciendo poco.
Así lo compró Sevilla por 8 millones de euros, 8.8 millones de dólares, la cifra más baja desde que está en Europa, y así lo tendrá que aguantar por tres años.
Llega sin nervios, dijo: "No tengo ninguna inquietud, sólo cosas positivas. Lo venía hablando con mi agente, que esta es una bendita oportunidad. Sé la responsabilidad que supone y estoy encantado. Es una lástima que llegue ahora el parón porque me gustaría adaptarme desde ya, pero estoy feliz de estar aquí porque me gustan el proyecto y la ambición. Por eso elegí venir aquí y espero responder a la confianza".
Frases de motivación, dignas de un político o un pastor: "La exigencia puesta en mí, en el equipo y en el club ya se conocen, que es la de conseguir el mayor éxito. Vengo a exigirme y a sacar mi mejor versión profesional y personal. No espero menos de mí y ellos tampoco. La ambición nos representa a todos, porque es lo que queremos demostrar".
Miguel Layún estuvo en el Sevilla y habló con él al respecto. "Con Miguel sí he hablado, estamos en constante comunicación porque nuestras familias son muy cercanas. Él tuvo al míster en Porto y luego estuvo aquí seis meses. El año pasado pude venir a visitarlo un fin de semana y me quedé enamorado de la ciudad. Siempre me ha comentado que el club es incomparable y sé que el futbol aquí es una religión".
En cuanto a las expectativas, 'Chicharito' fue realista: "Me encantaría decir que voy a hacer 70 goles y ganar muchos títulos, pero es en el césped donde se demuestran las cosas. Es lo bonito del futbol, que es impredecible y con esa exigencia voy a darlo todo y a disfrutarlo. Espero que esta etapa sea mejor que la otra que viví en España. Trato de hacerlo bien siempre y devolver esa confianza que me compromete, me ilusiona y me da ganas de entrenar y jugar".
Volverá a portar el número 14, que es con el que se le identifica más, además dice estar en buen momento. "Estoy bien, vuelvo a ir a la selección y sé que el delantero es de rachas, pero en mi último partido con el West Ham hice un gol. Estoy bien y cuando regrese me pondré a punto también en lo táctico, con el míster y los compañeros".
Javier Hernández asegura que no es su última parada, a pesar de que cuenta con 31 años de edad: "Soy una persona que intenta evitar la zona de confort y vamos a exigirnos nuestra mejor versión para lograr cosas importantes. Lo principal es ganar partidos para avanzar en las competiciones y me imagino cosas chingonas porque son gratis. Me visualizo consiguiendo cosas grandes con este club".