Con la plaza a poco más de tres cuartos en los tendidos, Ignacio Garibay resultó ser el triunfador de la tarde, en la tradicional corrida de Navidad en la plaza de toros Santa María, al cortar cuatro orejas y, junto con Diego Ventura, quien concluyó con tres orejas, salió a hombros tras su faena a toros de la ganadería De la Mora.
Bribón de 525 kilos fue el primero de la tarde. Ventura lo esperaba vestido a la usanza española en tonos negros y dorados.
El caballero acomodó dos rejones de castigo de buena forma, Ventura fue aplaudido por las banderillas cortas.
En el rejón de muerte, la espada entró ligeramente tendida y el toro tardó en caer.
Fue el turno de Jerónimo, el matador salió a lidiar a Navajero de 565 kilos, un toro cárdeno claro y bragado. El astado peleó bien con el caballo y el público lo aplaudió.
Una faena discreta con derechazos; sin embargo, erró en nueve ocasiones con la espada, el décimo no estuvo bien colocado. Salió del ruedo con descabello y recibió dos avisos.
Ignacio Garibay arrancó su despedida con Queretano de 510 kilogramos. Nacho brindó su toro al ganadero don Fernando de La Mora. El matador recibió varios olés gracias a tandas de derechazos que realizó al . Una buena faena que emocionó a los asistentes y que culminó con un asertivo estoque y dos orejas para el torero quien se despide luego de 23 años de alternativa; también hubo arrastre lento para el astado.
Diego Ventura regresó al ruedo con Bandolero de 490 kilos. El matador se vio más suelto con su corcel, realizó algunas piruetas y colocó banderillas, hecho que fue reconocido por los asistentes.
El rejoneador terminó por ganarse al público con piruetas de su caballo, al ritmo de El Queretano. Y la emoción aumentó cuando soltó las riendas de su equino, y con mayor grado de dificultad, acomodó dos pares de banderillas. Remató una gran faena con un rejón de muerte certero, lo que le valió para dos apéndices y arrastre lento del toro.
Reapareció Jerónimo con Querido Juan de 520 kilos. Un toro que inició muy lastimado por el picador, mejor en su última faena, pero el estoque quedó corto a comparación de su actuación. Jerónimo se retiró con silencio.
El último de la corrida navideña fue Enamorado de 535 kilos. Nacho entró sin miedo, arrodillado ejecutó una tanda de derechazos con lo que hizo vibrar a todo el tendido.
Las Golondrinas se hicieron presentes con la orquesta, un momento emotivo para el matador que sacó lo más que pudo del último toro.
Para el estoque, la espada quedó caída y tres cuartos; sin embargo, el toro sucumbió, la gente lo despidió con gritos y la autoridad le otorgó dos apéndices más, para cerrar una tarde triunfadora en su despedida.
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