El Cruz Azul tiene la ventaja de la localía para el pase a la final, pero su historia reciente indica que las remontadas no se le dan o no saben concretarlas. En ocho liguillas, desde su último título (Invierno 1997), en las que ha necesitado un gol para dar la vuelta, La Máquina sólo lo ha logrado en una ocasión, pero cuando no existía el reglamento de gol de visitante.
Con la desventaja de 1-0 contra Monterrey, los cementeros utilizarán el Estadio Azteca como un arma para seguir con vida. La última remontada, con la necesidad de triunfar por un tanto, fue ante Chiapas, en el Clausura 2008. El cuadro dirigido en ese entonces por Sergio Markarián cayó en su visita en Tuxtla Gutiérrez (1-0), pero triunfó 2-1 en el estadio Azul.
En otras siete series disputadas, los cementeros se han quedado cortos, cinco de ellas en calidad de local. Las dos décadas en el estadio Azul fueron más de desgracia que de gloria, situación que Cruz Azul aspira a revertir en el Coloso de Santa Úrsula.
En 1998, después de su último título, La Máquinaclasificó a la Liguilla y salió en cuartos de final. En el Verano, sucumbió 2-1 ante el América y no pudo revertir la situación en la vuelta (1-1). Lo mismo sucedió en el Invierno, frente a Pumas: 3-2 en ida y un empate en el segundo enfrentamiento.
En el Apertura 2003, los Tigres superaron por la mínima a los cementeros, que lograron salir con el triunfo en el estadio Universitario, 2-1, mas la posición en la tabla favoreció a los regiomontanos. Para el Apertura 2005 y Clausura 2006, el Toluca se adueñó de La Máquina y le aplicó la misma dosis en un par de ocasiones.
Cruz Azul necesita vencer 1-0 a Monterrey para avanzar a su primera final de Liga desde el Clausura 2013. Si los Rayados marcan un gol en el Coloso de Santa Úrsula, obliga a los cementeros a ganar por dos goles de diferencia.
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