América el gigante. América el millonario. América el prepotente. América, el de los 13 títulos ya... El más grande.
Cruz Azul, el de las decepciones. Cruz Azul el del “ya merito”. Cruz Azul el que volvió a fracasar.
Eterno perdedor.
La historia se repitió. No fue tan dramática como aquella de 2013, pero igual de efectiva. Cruz Azul se equivocó, América aprovechó.
Título 13 para las Águilas, que de nueva cuenta están en la cima de los campeonatos ganados.
El Azteca fue amarillo, aunque se pintó de azul. Una final gris en opciones de gol, roja en sangre por la entrega. No hay pretextos de ningún tipo. Arbitraje limpio, fuera de polémicas. El más grande se llama América. Marcador 0-2, goles de Édson Álvarez; sí, el que ya estaba en la banca y se levantó como héroe. Sangre azulcrema pura.
La 13 es del Ame y de la mano de Miguel Herrera, el técnico iracundo que muchos pondrán de nuevo a las puertas de la Selección Mexicana, aunque el puesto esté ya ocupado. Salve América. Nadie detiene su vuelo.
Cruz Azul no pudo porque Roberto Alvarado fue a la banca. Con la intención de tener más poder en el área, Pedro Caixinha mandó a sus dos delanteros de inicio.
Pero ni Milton Caraglio, menos Martín Cauteruccio, tuvieron pelotas a modo, pues no había quién se las llevara al área, ya que Elías Hernández se la pasaba siguiendo a Renato Ibarra y Edgar Méndez estaba perdido.
El ritmo del juego, la historia creada, convenían a La Máquina, acostumbrada a estos menesteres. Pero vino lo que nadie esperaba. El mejor hombre del equipo se equivocó. No había por qué salir tan rápido, menos al centro, con Iván Marcone rodeado de cuatro americanistas, pero Jesús Corona lo decidió así. El argentino fue desarmado por Édson Álvarez, quien con un potente y bien colocado disparo rompió el cero.
Error que derrumbó el plan A de Caixinha, y lo peor es que parecía que no había plan B, ya que había quemado a Cauteruccio al haberlo puesto de inicio y sustituirlo por Alvarado, en tanto que Herrera vio el espacio, vio la herida, y le echó más limón.
Lo peor es que Cruz Azul no reaccionó al golpe. Todo lo que sucedió después entra en la historia. Miguel Herrera lo hizo de nuevo.
El América tiene la 13. Sí, es hora de odiarlo y amarlo más.
bft