Las consecuencias por los actos de violencia en el Estadio Corregidora siguen presentándose día con día, la percepción que al interior de la República se tenía sobre la seguridad que se vivía en Querétaro se ha desvanecido de forma acelerada, la cancelación de eventos se ha dado desde dos vertientes, una es la que la Dirección de Protección Civil ha implementado, donde aparentemente busca que todo espacio público cuente con todas las medidas necesarias para realizar cualquier evento, medidas que parecen más patadas de ahogado que un compromiso por parte de la autoridad.
Por otro lado, está una situación más vergonzosa, como el caso de Nacho Vegas, quien a través de un comunicado de prensa informó que su presentación era cancelada por los hechos del 5 de marzo pasado y por el estado de ánimo por parte de las autoridades, curioso ¿no lo creen?
De manera paralela los astros se alinean para que la franquicia de primera división del Club Querétaro, migre a otra ciudad, suena Culiacán, Ciudad de México o Morelia, todas son plazas dónde el futbol tiene seguidores y que con seguridad pueden garantizar ser un negocio redituable para aquel o aquellos que se animen a invertir en un equipo de la liga mexicana; sin embargo, hemos visto que el gobernador, Mauricio Kuri, se encuentra más enfocado en hablarle a los queretanos sobre su compromiso absoluto de mantener al club en el estado, inclusive ha intercambiado declaraciones con gobernadores de otros estados donde les pide “no emocionarse”, ya que según sus palabras, la franquicia del máximo circuito del balompie nacional se queda en nuestra entidad.
Por otro lado, se encuentra la cómica percepción de justicia que las autoridades queretanas poseen, ya que con el afán de contrarrestar las críticas, la Fiscalía del Estado se dio a la tarea de montar un burdo espectáculo donde se proyectaba en vivo los cateos y arrestos de los que según sus investigaciones eran los responsables de la barbarie que nos enmudeció e indignó a más de uno.
Desafortunadamente dentro de estos montajes, se encuentra el caso de Cuauhtémoc “N”, pareciera que la autoridad no perdona ni la burla, ya que el pasado 18 de marzo la Fiscalía local acudió al domicilio de “Cuau” para brindarle seguridad por 30 días, ya que el hoy detenido en San José el Alto, acudió a denunciar una serie de amenazas que le habían llegado vía redes sociales, sin imaginar que 12 horas después esas mismas autoridades entrarían a su casa, destrozando todo a su paso, amagando a su familia y golpeándolo una y otra vez, asegurando su participación en los eventos del estadio, situación que fue desmentida ya que Cuauhtémoc se encontraba trabajando a 15 kilómetros de distancia del conflicto.
Los familiares de esta víctima de la autoridad han demostrado que la dignidad no tiene precio y no tienen nada que esconder, su lucha por la justicia en el caso de Cuauhtémoc ha ido en crecimiento y me queda claro que nada les detendrá. ¡Justicia para Cuauhtémoc!