El Síndrome de Fatiga Patriots es un mal que desde hace unos minutos volvió a tener un repunte entre el resto de la población de la NFL que tendrá que soportar por un año más la actitud arrogante de los aficionados de Nueva Inglaterra que ya pueden presumir de tener al equipo más ganador de la era del Super Bowl.
En un partido que tuvo menos anotaciones que el Lobos contra Pachuca de la Liga MX, los Patriots derrotaron 13-3 a los Rams que ni con el cambio de domicilio a Los Ángeles se pudieron sacudir el trauma de 2002 cuando su equipo de hoy miembros del Salón de la Fama perdió contra una organización que cargaba con un historial perdedor.
Tom Brady y Bill Belichick extendieron la grandeza de su dinastía al conseguir su sexto anillo de campeones. Lo mejor y lo peor al mismo tiempo para la NFL es que Nueva Inglaterra ya es el candidato número uno para ganar el próximo año en Miami.
Si ver la primera mitad del partido fue aburrido, leerla lo será más por lo que apretamos el botón de adelantar y nos vamos al último cuarto, el que llaman el cuarto de los campeones.
Si hay alguien a quien puedas confiarle el balón en los minutos finales como lo haces con un bebé cuando vas a trabajar es Tom Brady. El rayito californiano volvió a encabezar una serie de cinco jugadas y 69 yardas que terminó con touchdown de una yarda en acarreo del novato sensación Sony Michel.
El hijo adoptivo de Georgia regresó al estado que lo disfrutó en su etapa como colegial con los Bulldogs terminó la noche con 94 yardas y la anotación que hará que mañana miles de personas hablen a su trabajo reportándose indispuestos, que no es otra cosa que una resaca causada por las decenas de cervezas Samuel Adams que se tomaron en Boston y otras cientos de ciudades de Estados Unidos que adoptaron a los Patriots como el nuevo equipo de América.