Una obra de arte hecha gol, un gol que despertó a un estadio, un estadio que parecía muerto por el reinante campeón, un campeón que ahora está en la lona. Golazo de Rogelio Funes Mori con el cual Monterrey se va en ventaja en el primer duelo por los cuartos de final del Apertura 2018 ante Santos.

La juagada vale retratarla: Rodolfo Pizarro se pone afuera del área de Santos, busca a quien filtrar y ve a Dorlan Pabón muy junto a él; el servicio del mexicano parece muy simple, pero la finta de Pabón lo hace grande. La pelota le llega al novato Carlos Rodríguez, quien con una finta deja en el césped a Jesús Angulo. Viene el centro, a segundo poste donde aparece Funes Mori, quien provocó que el tiempo se pausara, con el pecho se acomodó el esférico lo suficientemente arriba para intentar y lograr el sueño de todo delantero, un gol de chilena. Gol que valió el boleto de toda la Liguilla. 

Hasta ese momento, minuto 60, todo era en contra de los Rayados que si bien estaban jugando por nota, simplemente no podían con un viejo conocido. Las llegadas de Monterrey arribaban por todos lados. Por la derecha con Dorlan Pabón, por la izquierda con Jesús Gallardo, por el centro con Rogelio Funes Mori y por el eje con Rodolfo Pizarro. Y a todas llegas algo se interponía, la figura del nacido rayado, pero que el destino lo hizo Santo… Jonathan Orozco.

Y no es la primera vez que el portero de los tatuajes le hace la maldad a su “alma mater”, ya van varias, pero quizá ninguna tan clara como esta de los cuartos de final del Apertura 2018. No habían pasado cinco minutos de juego cuando Orozco ya le había quitado la sonrisa en par de ocasiones a Funes Mori, con lances a los postes, con salidas oportunas. No quedó ahí el, cuando la defensa santista le jugó en contra, ahí también estuvo Orozco. Además de la buena actuación del portero de Santos, Monterrey tuvo en contra otro detalle, la presencia de Luis Enrique Santander, árbitro recordado por Tigres en aquella final contra el Guadalajara y que tampoco tenía contenta a la afición rayada al no marcar un claro jalón de Nervo sobre Funes Mori en el primer tiempo…

El VAR tampoco lo ayudó en lo que hubiera sido un claro penalti. Pero el campeón no desmereció al juego. Jugó con las circunstancias del partido, jugó a aprovechar los espacios pero en esta ocasión las tres claras oportunidades que tuvo fueron desperdiciadas por la mala puntería de Julio Furch y Jonathan Rodríguez y cuando le llevaban derecha, ahí estuvo la pierna salvadora de Jesús Gallardo en la línea de gol. Monterrey fue por más, ya que sabe que un gol es insuficiente para la vuelta allá el Torreón, pero en esta ocasión la suerte estuvo del lado albiverde con balones al poste, piernas salvadoras y Jonathan Orozco, siempre Jonathan Orozco.

Al final el gol parece demasiado poco para las aspiraciones de Monterrey, en Torreón Santos hará valer su poderío ofensivo y su gente que sí llenara el estadio, no como la regia que abandonó a su equipo en los momentos importantes, pero seguro que toda esa gente que no fue al BBVA, se arrepentirá de no estar presente para ver ese poema echo gol, ese gol que puede ser el más hermoso de la carrera del delantero argentino y por qué no, puede ser la resurrección de los Rayados en estos tiempos en donde su credibilidad está en los suelos.

arq

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