Cuando Saúl 'Canelo' Álvarez (50-1-2, 34KO’s) anunció que su primera pelea, dentro del contrato millonario que firmó con DAZN (365 millones de dólares), sería contra Rocky Fielding (27-1, 15KO’s), la respuesta unánime fue: ¿Con quién?
Por más familiarizado que se pueda estar con Rocky, habría que ser más que un aficionado de SportCenter o cualquier otro resumen deportivo para saber que el rival del tapatío no se trataba del personaje de la película, sino de Michael Fielding, un peleador inglés de 31 años de edad al que, durante mucho tiempo, La Mona Lisa le sonrió más que su propia suerte, hasta que noqueó al monarca Tyron Zeuge en una sorpresa boxística.
Con el cinturón supermediano de la Asociación Mundial de Boxeo, Fielding emergió como el hombre perfecto para emprender el plan del Canelo, quien busca convertirse en campeón mundial de tres diferentes categorías para ampliar su legado.
No fue complicado que el inglés optara por realizar su primera defensa del campeonato lejos de los pubs y cánticos de tribuna con los que creció en Liverpool.
El poco más de millón y medio de dólares que se embolsará por enfrentar a Saúl es mucho más del dinero que pensó que ganaría cuando, años atrás, estuvo en el Madison Square Garden visualizando el día en el que tendría las luces del boxeo sobre él.
Esa fecha llegó para Fielding, el púgil que hasta el propio Canelo desconocía en noviembre de 2017, cuando —en una función en Belfast— el británico, con celular en mano, se acercó al mexicano para solicitarle una selfie.
Un año después, en la capital del mundo, en su primer combate en La Meca del Boxeo para ambos, chocarán guantes, intercambiarán golpes, para satisfacer a los 18 mil asistentes que se esperan en El Garden.
Para Fielding, subir al ring contra el Canelo es ya el mayor triunfo de su carrera. Para Álvarez, un revés derrumbaría la credibilidad que obtuvo tras destronar a Gennady Golovkin.
bft