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Generar confianza entre la ciudadanía para construir una institución sólida que dé credibilidad, es la principal meta que tiene Benjamín Vargas Salazar, quien ayer por la tarde fue designado por la Legislatura titular de la Fiscalía Especializada en el Combate a la Corrupción, cargo que desempeñará por los siguientes nueve año.
Entrevistado por El UNIVERSAL Querétaro, Vargas Salazar consideró que la corrupción y la impunidad son temas álgidos que requieren de profesionales en la materia que ayuden no sólo a combatir este fenómeno, sino también a prevenirlo.
Descartó que la nueva fiscalía que iniciará sus funciones el 30 de mayo próximo sea un ente más de la burocracia; al contrario, dice, será un institución que tendrá facultades no sólo para sancionar a servidores públicos corruptos, sino también a particulares, que son proveedores a la administración pública.
¿Se sacó la rifa del tigre al ser designado fiscal Anticorrupción?
—El tema de la corrupción es un tema álgido y que el ciudadano lo siente, pero me parece que el día de hoy realmente hay un esfuerzo importante por no solamente combatirlo, sino detectarlo y prevenirlo. Y en este tema no sólo converge la Fiscalía Especializada en el tema de la corrupción; si nosotros vemos toda la radiografía del sistema no sólo está la actuación de la fiscalía, es todo un sistema donde están siete instancias públicas, además de que hay una actuación ciudadana muy importante.
Más que sacarme una rifa del tigre, lo veo como reto profesional y personal en el que hay que dar resultados.
Si nosotros atendemos a como está conformado lo que se llama el Comité Coordinador, que es el órgano máximo de todo este sistema, está la Fiscalía Especializada del Combate a la Corrupción, la Entidad Superior de Fiscalización (ESFE), la Secretaría de la Contraloría, el Tribunal de Responsabilidades Administrativas, la Comisión de Acceso a la Información, el Comité de Participación Ciudadana y un consejo del Consejo de la Judicatura. Todas estas instituciones se van a tener que coordinar y evaluar las políticas públicas para prevenir, combatir y sancionar tanto las faltas administrativas como los hechos de corrupción o los delitos en materia de corrupción.
¿La fiscalía va a ser un ente en el que la sociedad va a tener muy puestos sus ojos?
—Sí, por supuesto. Las señoras y señores legisladores han diseñado una legislación que permite tener los mecanismos de control para monitorear la actuación del fiscal especializado en el combate a la corrupción y voy a dar tres aspectos fundamentales. La primera de ellas es: la remoción y el nombramiento dependen únicamente de un órgano soberano, que es la Legislatura del Estado; el segundo aspecto es que el fiscal especializado por mandato constitucional tiene que rendir un informe anual, en específico la tercera semana de abril de cada año; además de que el personal que estará adscrito a la fiscalía será nombrado por facultad del titular.
¿Dónde verá el ciudadano el trabajo del fiscal Anticorrupción?
—No es engordar la burocracia, debido a que muchas voces decían que por qué mejor no se creaba un órgano totalmente autónomo que se dedique a la corrupción. La función de la investigación de los delitos es una y lo único que vamos a realizar es especializarnos en esa función, por supuesto que hay una autonomía y lo que diría al ciudadano es que tenga confianza en las instituciones, porque el problema de la impunidad y por supuesto de la corrupción es la desconfianza en las instituciones; me parece que debemos trabajar en esa confianza, la cual no se genera únicamente con el discurso, sino que necesita ver acciones que palpe en su vida cotidiana.
¿Con qué dientes cuenta la fiscalía para meter a la cárcel a todo aquel funcionario corrupto?
—Nosotros tenemos facultad por ley el solicitar a cualquier institución que maneje recursos [públicos], solicitar información para fortalecer nuestras investigaciones e incluso la ley establece, por encima del secreto bancario. Entonces de que tenemos dientes y facultades ahí están en la ley.
¿Con esas facultades podrán llevar a prisión a cualquier funcionario que actúe fuera de la ley?
—No solamente a los servidores públicos, aquí también seguramente habrá personas que no es servidor público y que va a ser denunciada, pero que está involucrada en actos u hechos de corrupción.
¿Un ejemplo de ello?
—Por ejemplo, licitaciones o adjudicaciones de particulares, que son proveedores y ajenos a la administración pública pero que de alguna manera se encuentran vinculados a los recursos públicos. Entonces el tema de la corrupción no sólo engloba al servicio público, sino que también va más allá con los particulares.
Por ser un tema tan difícil y complejo, ¿cómo es el combate a la corrupción, por qué buscar primero y después aceptar el nombramiento de fiscal?
—El serlo es porque creo que tengo las capacidades, los conocimientos, pero además soy confiable. De todos los candidatos que se registraron en el proceso, yo soy evaluado en control de confianza, de lo cual tengo vigente mi certificación otorgado por el Cisen (Centro de Investigación y Seguridad Nacional) y no solamente una vez he sido evaluado, he sido evaluado tres veces. Entonces son parámetros que me permiten cumplir con los requisitos legales y constitucionales para ser fiscal.
¿Cuál es el periodo que durará el fiscal Anticorrupción?
—Son nueve años a partir del 30 de mayo, es el periodo que estaremos bajo esa responsabilidad.
¿Y cómo le gustaría dejar la fiscalía después de que pasen nueve años de estar en el cargo?
—Ese tema es prematuro, pero ya hay que pensarlo. Hay que dejar una institución fuerte, a nosotros nos toca dejar los cimientos y bases de un sistema nuevo y mucho dependen de lo que hagamos para que esto tenga éxito. El sistema no depende totalmente del trabajo de la fiscalía, aunque somos una parte importante, pero siendo muy concreto en tu pregunta, queremos dejar una institución totalmente fuerte, debido a que la corrupción y la impunidad empiezan con instituciones débiles.
¿Hay ya expedientes que tiene esta nueva fiscalía?
—En breve estaremos haciendo un análisis y trabajando con la Fiscalía General del Estado y verificaremos cuáles asuntos realmente tendríamos facultad para atraer.
¿Hay algún compromiso que adquiera usted como fiscal tras haber sido nombrado?
—Mi compromiso es con la sociedad y la legalidad.
