El presidente de la Asociación Mexicana de Profesionales Inmobiliarios (AMPI) del estado, Pedro Reyes Martínez, afirma que Querétaro dejó de ser una ciudad pequeña y atraviesa por un periodo de transición en el que el crecimiento inmobiliario es irreversible.
En entrevista con EL UNIVERSAL Querétaro, expone que el mayor crecimiento de este sector se dio del año 2000 a la fecha, siendo mucho más marcado en los últimos cinco años.
En el contexto actual, el líder gremial considera que la industria inmobiliaria puede ser una especie de salvavidas de la economía nacional, debido a la relación que mantiene con gran cantidad de sectores.
Se advierten, no obstante, importantes retos. La profesionalización de los agentes inmobiliarios y una tendencia al alza en el precio de los inmuebles que podría derivar en una burbuja inmobiliaria, son algunos de ellos.
¿Qué origina el boom inmobiliario en Querétaro?
—De inicio, nosotros consideramos que Querétaro se encuentra estratégicamente ubicado en medio del país. Eso ayuda mucho porque permite llegar a otro tipo de ciudades. Estando aquí se puede llegar rápido a la Ciudad de México, al Estado de México, a Jalisco y también hacia el norte nos movemos más rápido.
Para la gente que viene de la Ciudad de México y el Estado de México, eso influye a la hora de tomar la decisión de llegar a Querétaro, porque no pierden cercanía con la capital para poder realizar determinadas actividades. Incluso, mucha gente vive parcialmente en Querétaro; se establece aquí con su familia y viajan constantemente a la Ciudad de México para estar prestando sus actividades allá y regresan para estar otros días con la familia. Eso es algo real que sucede.
Hablando de la industria, para mover mercancía les resulta muy fácil poder hacerlo desde aquí.
Segundo, Querétaro ha tenido un boom en la creación de empleo. Se crea empleo y el porcentaje en que crecen los empleos formales es uno de los mejores del país. Esto hace que la gente voltee a Querétaro, pensando en que si viene a vivir aquí tiene la posibilidad de encontrar un empleo formal y remunerado.
Ha habido mucha inversión en cuestión de industrias y empresas que se instalan aquí. Esto hace que haya una mayor demanda de inmuebles porque las empresas necesitan tener plantas físicas, y también hace que la gente que trabaja para esa planta tenga necesidad de una vivienda.
Otras de las circunstancias por las cuales la industria inmobiliaria está pujante aquí puede ser la cuestión de la calidad de vida y los niveles de seguridad y tranquilidad que hay en relación a otros lugares de la República Mexicana, en donde la situación en cuestión de seguridad es realmente crítica. Esto hace que haya mucha migración de gente que busca más tranquilidad, tanto para ellos como para sus familias.
Además de la tranquilidad está la seguridad jurídica de poder operar en la ciudad. En Querétaro existen ciertas garantías jurídicas con las que uno como empresario o inversionista puede trabajar. En cambio, hay otros lugares de la República donde el derecho no se respeta o donde no existen condiciones sociales para poder llevar a cabo ciertas actividades.
¿Qué datos tienen en relación con la oferta y demanda? ¿Han identificado en qué lapso se registró el mayor crecimiento del sector?
—Nosotros consideramos que del 2000 para acá el movimiento ha ido en aumento. Sobre todo en los últimos cinco años, es algo que se ve más marcado, y algunas de las razones que puedan estar detonando esto es lo que ya comentábamos.
¿Tienen algún dato de cuánto creció el sector inmobiliario a partir de 2000, o en los últimos cinco años?
—Estamos tratando de generar una estadística, pero una estadística real. En AMPI podemos hablar de un universo de aproximadamente 300 afiliados, pero no somos la única asociación de profesionales inmobiliarios. Existen otras, y lo cierto es que el gran número de personas que se dedican a los bienes raíces ni siquiera se encuentran afiliadas a alguna asociación.
Con datos de la Encuesta Intercensal 2015, Inegi reportaba que en Querétaro alrededor de mil 200 personas se dedicaban a la actividad inmobiliaria, como asesores y prestadores de servicios inmobiliarios. El aumento que ha habido en los últimos dos años es abismal. Muchísima gente más se está dedicando a esto. Tal vez en los últimos dos años hemos llegado a números de mil 500 o mil 600. De éstos, la mayoría no se encuentra dentro de las asociaciones.
Esto lo comento porque como asociación es difícil dar datos porque nuestros asociados son apenas una muestra del gran universo, pero estamos tratando de colaborar con autoridades para obtener datos específicos que nos permitan saber en números cuáles han sido estos movimientos; para poder tener datos de cuánto hay en inventario, cuánto se está vendiendo, cuánto se vendió en un año y cuánto en el otro.
¿Qué hay en relación con los precios? ¿Cómo se ubica Querétaro en este sentido?
—Precisamente como Querétaro está haciendo la transición de ser una ciudad pequeña a una con más habitantes y más infraestructura, los precios en relación a otros lugares de la República Mexicana son muy distintos.
Hablando concretamente de la Ciudad de México, si una persona viene y compara los precios de un inmueble en Querétaro y un inmueble semejante en la Ciudad de México, estamos hablando de que en Querétaro es mucho más bajo el precio o el valor del inmueble. Algunas veces el valor en la Ciudad de México por un inmueble semejante llega a superar una, dos o hasta tres veces el valor de un inmueble en Querétaro.
No obstante, los precios en Querétaro se han incrementado en los últimos años; lo que vemos hoy no es lo mismo que costaban los inmuebles hace dos años y medio. Ha habido una tendencia al alza en los precios de los inmuebles en general, pero aún siguen estando más abajo en relación con otros lugares, y entonces se sigue presentando el fenómeno de que la gente de afuera considera que está barato. Va a llegar un momento en que la curva se va a estabilizar.
Ahorita la curva sigue ascendente, pero se va a llegar a estabilizar. Debemos estar muy cuidadosos del comportamiento en los precios, para evitar que se llegue a crear algún tipo de burbuja inmobiliaria; debemos estar atentos a los precios de los inmuebles y no dejar que se vayan a los cielos buscando equipararse con otros lugares porque podemos tener un efecto negativo de sobrevalor en las propiedades que genere que la gente ya no invierta en inmuebles.
¿En qué trabaja actualmente la asociación? Háblenos de los proyectos que están impulsando.
—En enero de este año se publicó y entró en vigor la Ley Inmobiliaria. AMPI ya traía un trabajo previo de estar en mesas con la Legislatura, la Secretaría de Desarrollo Urbano y Obras Públicas y con otras asociaciones inmobiliarias. La ley se aprueba el año pasado, y es publicada para entrar en vigor el 1 de enero de este año. Entre otras cosas, obliga a las personas y empresas que se quieran dedicar a la actividad inmobiliaria a tener una licencia y un permiso. Esta ley crea un registro para que haya una autoridad que te pueda decir si determinada persona es un agente inmobiliario, cuenta con licencia y si está vigente.
La ley estableció un plazo de 365 días contados a partir de que se expida el reglamento para que se puedan regularizar los agentes inmobiliarios. El plazo para que esto sea obligatorio todavía sigue indefinido, pero uno de los requisitos para poder obtener la licencia es contar con una certificación que da la SEP, la cual acredita que reúnes los estándares de competencia para poder asesorar en materia de comercialización de bienes inmuebles.
En este sentido nosotros tenemos dos tareas muy importantes: la primera, estamos colaborando muy activamente con la Secretaría de Desarrollo Urbano y Obras Públicas para la formulación del reglamento. Ya elaboramos una serie de propuestas e incluso una serie de reglas que se le propusieron a la actividad en conjunto con la autoridad y otras asociaciones. Estamos participando activamente en este reglamento para que en el menor tiempo que se pueda ya estar este reglamento que regule todas estas actividades.
Dos, aunque todavía no sea obligatorio, nuestro compromiso como AMPI es abonar a la capacitación de la gente para que se certifique. Tenemos ahorita una ambiciosa campaña para certificar a la gente, y lo estamos haciendo para que tengan este requisito para poder obtener su licencia, sean o no sean de AMPI.
Otra parte muy importante para nosotros es trabajar en el tema de la capacitación. Consideramos que la capacitación es muy importante para la gente que se encarga de llevar a cabo actividades inmobiliarias, porque la gente pone en tus manos su patrimonio o inmueble, y es muy importante que tengamos los conocimientos suficientes para poder proteger este patrimonio y los inmuebles de las personas.
Estamos llevando a cabo dos tipos de capacitación: una es una capacitación gratuita y abierta a personas que están dentro y fuera de AMPI, y por otro lado tenemos una capacitación más completa y estructurada que sí tiene costo, a través de un curso que se llama Procapi. AMPI lleva muchos años dando este curso, pero el año pasado obtuvimos el reconocimiento de validez oficial ante la SEP y el Icateq. Todo esto es con el objetivo de profesionalizar al gremio inmobiliario.
¿Qué papel busca jugar AMPI en la sociedad queretana?
—Como AMPI queremos participar más activamente en la vida de Querétaro y queremos ayudar, retribuir a la gente que requiere nuestros servicios. Estamos organizando el primer foro informativo para prevención de fraudes inmobiliarios en Querétaro, y estamos invitando a todas las personas que formen o no formen parte de AMPI a que vengan a este foro para aprender y que se informen de cuáles son las actividades o la manera de actuar más común de la gente que lleva a cabo fraudes inmobiliarios.
Queremos abrir los brazos de AMPI a más actores del sector inmobiliario. Queremos invitar a más gente que forma parte de la actividad inmobiliaria a ser parte de AMPI, y queremos estar participando activamente proponiendo soluciones que ayuden a mejorar la industria inmobiliaria en Querétaro, que la hagan más competitiva. Esto lo estamos haciendo participando en procesos de mejora regulatoria, presentando propuestas, informándonos, conociendo y estableciendo un contacto con la autoridad para trabajar de forma coordinada con ellos, en beneficio de todos.
Esta presidencia de AMPI Querétaro considera muy importante el trabajo de la sociedad civil organizada. No queremos tener una postura pasiva ante lo que la autoridad haga o deshaga. Queremos participar activamente, proponer y ayudar a mejorar las cosas que se puedan mejorar en el sector. Queremos trabajar de manera coordinada con la autoridad y queremos trabajar de manera coordinada con los demás miembros de la sociedad civil organizada como son otras cámaras y como son otras organizaciones.
¿Cuáles son las proyecciones que se tienen para el sector?
—Como una primera perspectiva pueden ser amenazantes las circunstancias que le están pegando a la economía nacional, como es la inflación, la caída en el valor del peso y el efecto Trump; sin embargo, las señales que vemos por parte del gobierno federal son de acelerar la industria inmobiliaria, la industria de la vivienda y la industria de la construcción, para que a partir de ahí se recupere la economía. Eso nos hace ver con optimismo que podemos ir hacia adelante.
Nosotros creemos que el impulso a la industria inmobiliaria y a la vivienda puede hacer que México se destrabe y no le pegue tanto lo que estamos viviendo. Tan es así, que el gobierno federal ya lanzó una política pública federal para exhortar y para incentivar la actividad inmobiliaria y la construcción de la vivienda. Desde ese punto de vista creemos que esos son avistamientos positivos o situaciones que nos hacen ver de manera optimista, cauta, pero optimista, que al sector inmobiliario le puede y le va a ir bien.
Como AMPI creemos que la industria inmobiliaria puede ser una especie de salvavidas o motor de la economía en general. Si estamos teniendo problemas hacia el exterior por el efecto Trump o los tratados comerciales, por qué no enfocarnos al mercado interno, a producir en México, y qué mejor manera de exhortar a que el mercado interno empiece a actuar, que a través de la actividad inmobiliaria, porque la actividad inmobiliaria tiene relación con muchas industrias que se suman a su actividad. Hay aproximadamente 20 industrias que van de la mano del sector inmobiliario, de la industria de la construcción y de la industria de la vivienda. Si esta industria se empieza a mover, hace que se muevan todas estas industrias también.