Entrevistas

Consecuencias del Covid. "Lo que vino después del paro de la industria automotriz fue lo peor"

La comunicación ayudó al clúster automotriz a afrontar la pandemia: Renato Villaseñor, presidente del Clúster Automotriz de Querétaro. Confía que en 2023 se regularice la industria

Foto: Archivo
18/04/2022 |11:09
Sirse Rosas
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Para la industria automotriz han pasado 21 meses desde que pudieron volver a arrancar motores tras el confinamiento por la pandemia de Covid-19 y, pese al golpe que representó el cierre de las plantas, las problemáticas que vinieron después fue lo que significó la mayor afectación para el sector, consideró el presidente del Clúster Automotriz de Querétaro, Renato Villaseñor Mendoza.

Derivado de la pandemia, hubo una ruptura en todas las cadenas de suministro,  la logística se volvió cara y complicada.

Sin embargo, todo ello, está abriendo retos importantes para el sector a nivel global, donde ahora se está volteando hacia la relocalización de proveeduría de manera regional, para minimizar y mitigar estos riesgos.

Consecuencias del Covid. "Lo que vino después del paro de la industria automotriz fue lo peor"

Tras la pandemia, ¿cuál ha sido el mayor aprendizaje  para las empresas?

—Algo que en general en la industria nos ha dado un muy buen aprendizaje, es la confianza que ha generado el estar comunicados y, a lo mejor está mal que  lo diga, pero el Clúster ha jugado un papel muy importante como asociación y como agente vinculador, porque cuando nos encerramos, la toma de decisiones se convierte en algo más complicado de lo normal, pero cuando formamos parte de un grupo o un equipo en el que podemos estar comunicados de una manera positiva, sana y propositiva, nos ayuda a que sea más simple poder resolver los temas que cada uno tenemos.

El tener esa comunicación entre la triple hélice nos ayudó mucho, desde definir los protocolos, implementarlos y, a casi dos años, podemos decir que esos protocolos nos han permitido que estemos más seguros, en cuanto a contagios, dentro de nuestras plantas, que fuera de ellas. Ha sido fruto de ese trabajo en equipo, porque lo más importante para la industria somos las personas.

Por otro lado, si volteamos a ver la cadena de suministro, nos ha hecho buscar nuevas alternativas para relocalizar en la región las partes y componentes.

¿Cómo va la relocalización de la cadena de valor hacia la región y hacia Querétaro?

—Va bastante bien,  considero que la labor que está haciendo el Gobierno del Estado y la Secretaría de Desarrollo Sustentable, al poder mostrar a las empresas en el mundo, el gran ecosistema que hemos formado en Querétaro, hace mucho sentido el venir e instalarse en el estado, está dando buenos resultados y lo estamos viendo en general en los números que tenemos.

Se habló  de fabricar semiconductores en Querétaro, ¿cómo va esto?

—Hoy  veo muy difícil que se fabriquen semiconductores en el estado, pero sí es viable la cadena de suministro que va con los semiconductores; es decir, materiales que se utilizan o procesos que se utilizan posterior a la fabricación, además de la programación y todos los procesos que van después de la fabricación de los semiconductores.

Son inversiones muy altas y hay ciertas condiciones geográficas de la instalación que se tienen que dar para que  suceda.

Cuando hablamos de Norteamérica, ¿de  qué parte hablamos?

—Hay inversiones que se están dando en Estados Unidos y me refiero a fabricación masiva de semiconductores, hoy en Querétaro se fabrican  pero no en una producción masiva.

La otra parte que es muy atractiva para nuestra industria de autopartes, es que se están focalizando en plantas enfocadas a la manufactura de autos, los semiconductores, únicamente el 10% a nivel mundial, se utilizan para autos, por lo que las plantas que se están volteando a instalar en la región de Norteamérica, están encontrando ese nicho de mercado para poder cubrir ese hueco.

¿Cuánto le tomará a la industria volver a retomar el ritmo que se tenía previo a la pandemia?

—Las proyecciones que se tienen es que para el  2023 tendremos que tener  un proceso ya muy reducido de afectaciones por semiconductores,  la información que sé  es que el último trimestre de este año ya debemos estar con muy pocos problemas de semiconductores para entrar el año entrante ya sin problemas de chips.

¿Las cadenas de suministro vuelven a retomar su ritmo?

—Los tiempos de entrega de los fabricantes ya están disminuyendo, llegamos a tener tiempos de entrega entre 40 y 50 semanas, ya vamos en tiempos de entrega de 25, aún estamos con un gap (brecha) importante, pero para mí es una buena señal de que vamos reduciendo el gap.

Hay ingredientes adicionales que se están integrando, la invasión de Rusia a Ucrania está generando otros efectos que no se tenían planeados  y que también afecta a la fabricación de semiconductores, entonces habrá que esperar a que estas situaciones no afecten nuevamente a estos planes. ¿El tema de la guerra entre Rusia-Ucrania sí está afectando al sector?

—Hay metales preciosos que se utilizan para la fabricación de las baterías y  semiconductores, pero hablamos de que se fabrica más del 30, 40% de la producción a nivel mundial.   ¿En general cómo se encuentra el sector?

—México era el quinto fabricante de autopartes (antes de la pandemia), y nos acabamos de convertir en el cuarto, y es  por esa labor en conjunto que se hace.

Hoy  se están fabricando menos autos;  el año pasado se dejaron de fabricar 2.5 millones de vehículos en Norteamérica por falta de componentes y semiconductores. En este año, en los primeros tres meses, llevamos 180 mil autos que no se han fabricado, si lo volteamos a ver con esa métrica, estamos produciendo menos autos y por ende, menos autopartes.

Por otro lado, están llegando nuevas inversiones y estamos ganando nuevos proyectos, eso nos está permitiendo que el balance sea positivo; es decir, si fabricábamos la autoparte A para la plataforma B, estamos haciendo menos, pero  también lo estamos haciendo para la plataforma C,  estamos haciendo más.

El balance termina siendo bueno en este momento. Si volteamos a ver en cuanto a capacidad instalada, estamos en la región a un 75%, si vemos en cuanto a lo que presupuestamos en este año, de manera global, vamos entre 6% y 8% abajo, tenemos la confianza de que en el último trimestre del año podamos  recuperarlo.