“Los antiderechos nos orillaron a participar. Los antiderechos y los conservadores nos obligaron a participar [en las elecciones]”, afirma Walter López, candidato del Partido del Trabajo (PT) a la alcaldía de Querétaro, quien afirma que es un contendiente que representa a muchos grupos vulnerables de la sociedad y no sólo a la comunidad LBGT+.
Walter, quien es conocido por ser el vocero del Frente Queretano por el Derecho a la No Discriminación y el Estado Laico y quien además es químico y consultor de empresas, incursiona en la arena política de la mano del PT, partido que arropó también a una serie de activistas que buscan ocupar cargos de elección popular, que les permitan llevar los temas de su agenda a los lugares donde se toman las decisiones.
Apunta que durante su trayectoria con el frente ha tenido el acompañamiento de otras organizaciones civiles con proyectos para apoyar a niñas y niños, adultos mayores, personas con discapacidad, personas de talla baja.
Ejemplo de ello, afirma, trabajó para dotar de agua a las escuelas en zonas marginadas, como lo determina la Organización de las Naciones Unidas (ONU), pues cuando las menores comienzan a menstruar y no había agua en sus centros educativos faltan a clases esa semana, pero luego se les hace sencillo dejar de acudir a la escuela y desertan de manera definitiva... algo en lo que se pidió apoyo a la capital y que no se concretó.
Otro proyecto era dotar a personas con discapacidad de un transporte seguro, pero tampoco se logró concretar cuando lo solicitaron las organizaciones. Se trata de dos ejemplos que recuerda Walter.
El aspirante a edil capitalino recuerda también que en el proceso electoral de 2018, cuando convocaron a los participantes a firmar la agenda incluyente que elaboraron, sí hubo partidos y candidatos que la signaron, pero que al final de cuentas no cumplieron con los compromisos, como fue el caso de Querétaro Independiente, que fue el instituto político que más firmó pero que al final no cumplió.
“Cuando hicimos el análisis dijimos ‘ese no es camino, porque nos sentimos usados’. Como colectivo hicimos mucho trabajo, eso nos sirvió para ir conociendo la sensibilidad de nuestra clase política… nos usaron, se tomaron la foto, dijeron que eran muy incluyentes y ya”, apunta.
Además, que la mayoría de los candidatos que firmaron fueron de las zonas metropolitanas del estado: Querétaro y San Juan del Río. De ahí, sólo en otros cuatro municipios de la entidad se interesaron en una agenda de derechos humanos.
Walter comenta que cuando solicitaban a los diputados locales discutir y legislar sobre temas como el matrimonio igualitario, la respuesta de un legislador local fue que tenían “una agenda de partido”, cuando, dice Walter, deben de trabajar para la ciudadanía que los eligió, anteponiendo la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
Cuando se pusieron a indagar, hallaron que había más de 78 iniciativas congeladas en el Congreso local.
Luego, se presentó la emergencia sanitaria por el Covid-19. Organizaron el centro de servicios en Alcanfores, donde, en esta ocasión, sí recibieron apoyo del gobierno municipal, y en donde se dieron cuenta de que los grupos vulnerables se volvieron aún más con la pandemia.
Tras el análisis, llegaron a la conclusión que lo mejor que podían hacer es seguir el camino marcado por la organización Ahora, que en su momento se “subió al carro de un partido político”, pero con el pacto de matrimonio-divorcio, es decir, una vez pasadas las elecciones, el partido político seguía su vida institucional, mientras que los candidatos ciudadanos seguían su hoja de ruta.
Actualmente son 12 las agendas que tienen como organizaciones: niñas y niños, juventudes, mujeres, personas sin hogar, entre otras. Presentaron las agendas, esperando que los partidos políticos respondieran e hicieran suyas las mismas, pero sólo dos partidos políticos respondieron: uno de ellos fue el PT, con quien firmaron un convenio de colaboración para su participación política.
Con el concepto “Cuidadanía”, las organizaciones sociales participarán en el proceso electoral en la entidad.
Bajo la fórmula de hacer conversatorios, se dan cuenta de las necesidades de la ciudadanía, cosas reales que necesitan en el día a día, y no propuestas hechas desde una oficina, elaboradas por un equipo de campaña, destaca.
“Queremos instaurar en Querétaro un sistema integral de cuidados. En todo el mundo este tema de los cuidados se está acelerando por la pandemia, entonces, el Estado de cada país tiene que ayudar a sus ciudadanos a salir del hoyo, tanto sanitario como económico.
“Crearía una red de cuidadores que apoyarían a personas vulnerables o con familiares con necesidades especiales”, abunda el ahora candidato.
Otra parte de la propuesta es la democracia directa, explicada como la participación ciudadana, en la cual las juntas vecinales y sus decisiones son ley para el Cabildo. La gente decide en qué se gasta el presupuesto.
La tercera propuesta que tienen es la contraloría ciudadana, en la cual el pueblo es quien vigila el uso y destino de los recursos públicos.
La cuarta propuesta es un plan de infraestructura de emergencia, basada en el plan que ya tiene el municipio de Querétaro, al cual ya se le invirtió dinero, pero pensando en el marco constitucional, con perspectiva de género y todo desde una visión de desarrollo sustentable, precisa.
“El proyecto es colectivo, a diferencia de las campañas tradicionales, que todo mundo habla de la candidata o el candidato. Aquí no. Acá la candidata es la agenda ciudadana incluyente… hemos hecho un trabajo colectivo. Es una agenda de derechos y libertades”, puntualiza.