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Las personas trans aún son poco visibles para la sociedad, además de que sus derechos no son respetados en su totalidad, lo que se ve reflejado en su esperanza de vida, oportunidades laborales y acceso a la salud, afirma Ilsa Aguilar Bautista, presidenta de Queretrans y actualmente candidata a la presidencia del Instituto Electoral del Estado de Querétaro (IEEQ).
Originaria de Querétaro, con 32 años de edad y socióloga de formación, señala que el Día Internacional de la Visibilidad Transgénero debe servir para crear conciencia sobre este grupo de la diversidad sexual.
¿Por qué es importante visibilizar a las personas trans en este día?
—Es una fecha conmemorativa que es reciente. Ni siquiera tiene una década de que haya surgido. A partir de 2014 se comienza a celebrar y se hace para hacer una diferencia con lo que se venía haciendo anteriormente con el Día de la Memoria Trans, que es el 20 de noviembre.
Es un llamado a la población trans y a las personas no binarias a visibilizarnos con nuestro nombre elegido, con nuestras experiencias únicas, en los espacios en los que estamos conviviendo todos los días, como puede ser la familia, la escuela o el trabajo, y que sea desde ahí la visibilidad.
¿Qué tan difícil es lograr esta visibilidad en una sociedad como la queretana y la mexicana en general?
—Una dificultad es no tener garantizados todos nuestros derechos, porque sabemos que la violencia hacia las personas trans es muy agresiva y te puede incluso llevar a la muerte. La violencia que se vive en México y también en Querétaro de manera muy particular.
Recordemos que las trabajadoras sexuales son una de las poblaciones trans más visibles por su actividad económica y aunque es algo que no se ve todos los días, como lo que pasó en 2006, cuando atacaron [a algunas personas de este sector] con un arma blanca.
Aunque eso fue en 2006, es un ejemplo del nivel de violencia que a veces impide ser visible, porque hay que pensar primero en nuestra integridad.
Otra dificultad es que no haya las condiciones legislativas, legales que reconozcan nuestros derechos.
Entonces, si no se reconocen en ese espacio público de legislación de derechos, yo tengo mis reservas de visibilizarme por no sentirme con seguridad. Necesitamos de espacios que nos arropen, que nos acompañen, que nos permitan expresarnos tal cual, pero que nos permitan escuchar de otras experiencias parecidas.
La visibilidad sí es importante, pero no sustituye nuestros procesos internos de cómo protegernos. A veces el ser visibles representa que te discriminen, porque esta sociedad que a veces nos dice que sólo hay una forma de ser hombres y una forma de ser mujeres, hace que si no nos ajustamos, o no tenemos una corporalidad que se ajusta a lo que nos dicen cómo debemos de ser o comportarnos, te puede ir muy mal, porque eres objeto de burlas o de chistes.
Si nos vamos a visibilizar será a partir de esa diversidad que es la población trans, hay muchas maneras de ser trans, que van de distintas generaciones, que van desde infancias, adolescencias, juventudes, adultez, vejez, a pesar de que la expectativa de vida en América Latina, según la Comisión Interamericana de Derechos Humanos es de 35 años.
¿Por qué esta expectativa de vida tan baja?
—Es porque no tenemos garantizado el derecho de acceso al trabajo. Es una vía que nos permite generar ingresos económicos y tenerlos en una era capitalista neoliberal, es lo que nos permite acceder a servicios, consumir bienes, es decir, la expectativa de vida se ve reducida porque no tenemos garantizados varios derechos, entre ellos, tener un trabajo decente y digno.
¿Por qué pasa esto?
—Nos siguen viendo como personas raras, enfermas, nos ven con prejuicios. No olvidemos que el ser trans está en los manuales de diagnósticos de salud mental.
Entonces, es percibida como una patología el transitar. Como algo que dentro de las instituciones les representamos una serie de dificultades que mejor se quieren ahorrar, porque está el tema del uso de los baños, la convivencia con los compañeros de trabajo.
Se ha generalizado que nos vean como personas problemáticas, que no tenemos preparación. Necesitamos que Querétaro, a través de su población trans, construya su propia agenda de activismo, porque aquí hay condiciones, cosas particulares de la sociedad queretana que no se tienen en otro lado, a pesar de que no se tenga una iniciativa de ley todavía. En Querétaro se dan procesos que en otros estados no se dan.
¿Qué te motiva a participar en la candidatura a presidir el IEEQ?
—A mí me motiva mucho pensar que el Organismo Público Local Electoral tiene un rol decisivo en los procesos electorales, tiene un rol decisivo porque es un espacio para la observación y la fiscalización de los recursos.
Es una gran motivación pensar en que puedo tener una participación en un espacio de toma de decisiones, porque al cumplir con los requisitos legales estamos hablando de que soy una persona que tiene conocimientos que aportar.
El proceso de selección no es sencillo. Tiene varias etapas, luego viene la postulación, el examen, luego un cotejo documental, posteriormente, la elaboración de un ensayo y luego una entrevista. Son varias etapas que tienes que pasar hasta que el Consejo General del INE hace la elección de quien será la consejera presidenta.
Estoy entusiasmada, recordándome todos los días que para poder lograr proyectos como ser consejera presidenta, es tomar una actitud de estudio, de cuidado y de seguirnos preparando. Todo cuenta al momento de participar.