“Los industriales no nos morimos, nos transformamos”, así define el nuevo presidente de la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (Canacintra) en Querétaro, Esaú Magallanes Alonso, los retos a los que el sector industrial continúa enfrentándose tras cerca de dos años y medio de pandemia y algunos otros factores que han impactado a esta actividad económica en el mundo, en México y en la entidad.
El dirigente de los industriales en el estado dice que hay retos importantes que se han sumado en este año, como el alza inflacionaria, la guerra entre Rusia y Ucrania, el cierre del puerto de Shanghai, que ponen a los empresarios a ser creativos para tratar de salir adelante.
¿Cómo se encuentra el sector industrial ?
— No nos hemos recuperado todavía, todo el sector productivo en México se cayó, después de la pandemia, tuvimos caídas importantes en cuanto a materias primas, en cuanto a mano de obra, en cuanto a todo, ventas, todo se cayó.
Seguimos más abajo que como estábamos en 2019, pero estamos bien, Querétaro es uno de los pocos estados que ha crecido, vamos recuperándonos, vamos bien, Querétaro es un gran estado, en el que tenemos muy buena relación entre gobierno, empresa y sociedad, que también es importante para el estado y para los industriales.
¿Con todo lo que ha sucedido en el mundo en los últimos meses siguen confiando en la recuperación?
— Vamos bien, estamos optimistas de que al final de año nos vamos a recuperar y esa es la idea hasta ahorita. Más o menos tenemos cálculos de que estamos como 25% abajo todavía de los niveles que estábamos en 2019, en producción.
¿Qué queda pendiente?
— Recuperarnos es, ahorita, lo más importante, ya íbamos muy bien, pensábamos que en el primer semestre ya íbamos a estar casi, casi, como en 2019, pero con todo el tema que se viene internacional de la guerra, con el alza de los combustibles que hasta eso aquí no nos ha pegado tanto, sí subió alrededor de 10%, es algo, pero no como en otros lados que subió alrededor de 30%-40%.
Con el tema de Shanghai que varias empresas de proveeduría están cerrando, eso todavía no nos pega, pero en dos o tres meses va a comenzar a pegar.
¿Se podría volver a una situación de escasez como la vista durante la pandemia?
— No es tan grave, porque los sectores productivos están funcionando, nuestra gente tiene trabajo, las empresas seguimos abiertas, el sistema comercial sigue abierto. Aquella vez sí se paró por completo, podemos decir que 95% del comercio y la industria paró, entonces creo yo que no se va a comparar, pero vamos a tener que adaptarnos.
Como digo, los industriales no nos morimos, nos transformamos; entonces, otra vez buscaremos una transformación, buscar nuevos proveedores, echar a andar proveeduría local, ver qué hace el vecino, buscar que nos venda a nosotros o las empresas grandes.
¿No es una nueva crisis?
— No va a pasar lo de la pandemia, pero sí puede ser un estancamiento para no crecer como pensábamos que íbamos a hacerlo. Tampoco lo veo como una crisis, sino como una oportunidad de alguna forma, pero no se va a crecer a los niveles que teníamos previstos. En Querétaro sí vamos a crecer alrededor de 6%-7% en el sector industrial.
En cuanto a empleos, ¿cómo vamos?
— Es lo que sacó el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), ahorita se recuperó 6.4% arriba de 2019, lo que significa que ya se recuperó, no crecimos arriba del ritmo que debimos, pero sí hubo una mejoría.
¿En Querétaro se habla de que se tiene un nivel salarial alto, pero en la industria sí perciben este nivel?
Yo pienso que la mayoría están por arriba de ese salario, estamos hablando del nivel obrero, estamos muy por encima del mínimo, realmente la mano de obra queretana es capacitada, es nuestro capital humano, que es muy importante para nosotros, es la base de la industria y aquí tenemos empleos muy bien pagados en comparación con otros. Yo te diría que desde el nivel obrero para arriba están muy bien pagados.
Por pandemia, muchas empresas optaron por diversificarse y adoptar otros giros, ¿cómo están en la actualidad?
— Mira, hubo industrias que hacían, por ejemplo, partes automotrices y terminaron abriendo su línea de producción de ventiladores; otras que fabricaban algún otro componente abrieron su línea de batas para médicos, de cubrebocas, y el tema de home office nos hizo muy eficientes a todos. Muchas empresas, incluso, ya dejaron como parte de su estrategia el home office, porque se dieron cuenta que es productivo, que la gente labora más, está menos presionada en el trabajo, gasta menos en energía, comunicaciones.
¿Cuántas empresas que adoptaron otro giro, se quedaron con él?
— Yo creo que 20% cambiaron su giro casi completamente, sin dejar de hacer lo que hacían, pero ampliaron a nuevos mercados. En las industrias plásticas hubo muchos cambios, en otras también, pero las que más lo hicieron fueron las plásticas.
¿Cuáles considera que son las fortalezas de las empresas queretanas para hacer frente a lo que está pasando en el mundo?
— Somos muy adaptables a la situación, nos adaptamos a cualquier cambio y también el tema de que, con la guerra, muchas empresas se están viniendo a México para venderle a Estados Unidos, entonces esa va a ser una gran posibilidad de poder crecer y hacer nuevos joint-venture y asociaciones con empresas, a lo mejor alemanas, francesas, españolas, que vienen a Querétaro específicamente para exportar a EU.
La llegada de nuevas inversiones requerirá de talento humano y se habla de escasez en este sentido, ¿ustedes lo han resentido?
— Lo que hemos platicado con las empresas y que es en lo que estamos trabajando, es el tema de la educación dual; por ejemplo, nos decía una empresa, sale el ingeniero de la carrera y tengo que capacitarlo cinco o seis meses más, para que tenga el nivel que necesitamos; entonces, es importante sentar a empresas y universidades para que la persona salga capacitada y no se tarde tanto tiempo.