La división de trabajos —como ocurre en el trabajo no remunerado— es uno de los grandes rezagos que tiene el estado para lograr una mayor incorporación de las mujeres en el mercado laboral.
Lo anterior lo dijo la directora de Sociedad Incluyente en el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), Fátima Masse quien es especialista en el tema de inclusión de las mujeres en la actividad económica.
En entrevista, la experta explica que la reciente caída que tuvo el estado de Querétaro en el índice de Competitividad Estatal (ICE) del IMCO, al pasar de la tercera a la cuarta posición (entre las ediciones 2021 y 2022 del índice), está influenciada por dos principales factores, uno de ellos es el detrimento de las condiciones laborales de la población, un punto en el que las mujeres siguen padeciendo grandes desventajas.
¿Qué retos tiene el estado para mejorar las condiciones laborales de las mujeres?
“Creo que el principal problema que tiene es esta gran división de trabajo, como en el trabajo no remunerado para las mujeres, es la tercera entidad con mayor desigualdad en términos de trabajo no remunerado entre hombres y mujeres; pensémoslo como economista: en el hecho de que una mujer tenga que desempeñar la mayor parte del trabajo no remunerado, limita su tiempo disponible para poderlo ofrecer en el mercado laboral”.
Explica que este punto se evidenció en el estudio de Estados con Lupa de Género de este año, el cual expone que Querétaro es el tercer estado donde las mujeres dedican 78% más tiempo de trabajo no remunerado que el tiempo que dedican los hombres.
Sin embargo, señala, la problemática no se detiene en este punto, pues se suma el aumento que ha tenido el estado en el porcentaje de la población que trabaja más de 48 horas a la semana.
“Esto lo vimos en el estudio de Estados con Lupa de Género, donde ya Querétaro salía mal. Pero si eso lo combinamos con que estamos viendo un incremento en el porcentaje de trabajadores que laboran más de 48 horas a la semana, quiere decir que son jornadas demasiado largas: una proporción de trabajadores que ganan por debajo de las líneas de pobreza, una mayor desigualdad salarial. Es decir, hay varias señales que muestran grandes brechas de desigualdad en el mercado laboral, cuando lo combinas con que hay poco tiempo disponible para trabajar y malas condiciones laborales en el mercado laboral, pues es imposible que las mujeres se puedan insertar”.
A la problemática de brecha laboral, agrega, se suma que Querétaro está perdiendo un potencial enorme en innovación, tanto en los centros de trabajo como en los de investigación.
¿Hacia dónde se deberían de dirigir las políticas públicas para contrarrestar esta desigualdad en el mercado laboral?
“Lo primero que diría es que hay que reconocer dónde están las debilidades y trabajar con una agenda aterrizada para poder contrarrestar y mejorar en estas debilidades. En segundo lugar, en término de igualdad de género, sí me parece que el estado puede jugar un rol muy importante para incentivar la implementación de prácticas, de políticas corporativas al interior de los centros de trabajo, que tengan que ver con una mayor integración de vida-trabajo”.
Sin embargo, Fátima reconoce que lograr estos cambios llevará tiempo, iniciando porque los centros de trabajo incluyan a más mujeres.
“Quisiéramos movernos hacia una mayor corresponsabilidad, quisiéramos que haya una mejor repartición del trabajo no remunerado, pero mientras esto sucede, porque es una dinámica social que va a tardar en corregirse, creo que los centros de trabajo pueden empezar a captar a más mujeres, si le pueden añadir un cierto grado de flexibilidad a sus condiciones de trabajo”.
De acuerdo con el Monitor de Mujer en la Economía del IMCO, las mexicanas enfrentan barreras para entrar, permanecer y crecer en el mercado laboral.
El ranking del IMCO sobre las capacidades de las entidades federativas para atraer, retener y aprovechar el talento de las mujeres, coloca a Querétaro en el octavo lugar nacional; sin embargo, de 100 puntos posibles, la entidad obtuvo únicamente 50.4 puntos. El mejor desempeño lo tuvo la Ciudad de México, con apenas 64.8 puntos y el peor fue Chiapas con sólo 26.8 puntos.