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Desde hace 27 años, la empresa ‘Rancho Tucajay’ se dedica a producir follajes deshidratados y naturaleza muerta; cada año coloca sus productos en todo el país, los cuales son cosechados y procesados en las instalaciones que tienen en el municipio de San Juan del Río; sin embargo, las lluvias torrenciales, del pasado fin de semana, acabaron con casi toda la producción de 2017, lo que cambiará drásticamente los pronósticos de esta compañía y pone en riesgo a las más de 70 familias que de ella dependen.
Esta empresa se ubica en el camino a Santa Rosa Xajay, a escasos 100 metros de la zona donde el agua derribó un puente; las 20 hectáreas de invernaderos y campos a cielo abierto se han convertido en un punto de referencia en la región; incluso el pasado fin de semana, una parte de estas instalaciones sirvió como estacionamiento para los funcionarios municipales y estatales que acudieron a evaluar los daños causados por las lluvias en Santa Rosa.
Mientras los funcionarios observaban los daños en el puente, los trabajadores de esta empresa agrícola comenzaron con las jornadas para tratar de rescatar los productos almacenados en las bodegas, hacer algunas labores de limpieza en los laboratorios y comenzar a levantar la malla ciclónica que el agua derrumbó. Para este lunes, la evaluación de las pérdidas fue de más de 90% del producto terminado, lo que equivale a casi 4 millones de pesos.
De acuerdo con Tania Dara Rodríguez Villela, una de las fundadoras de Rancho Tucajay, las pérdidas van más allá del producto terminado, debido a que las instalaciones y algunos vehículos están dañados; además se perdieron insumos agrícolas y habrá que reconstruir parte de las zonas empedradas que comunican las diferentes áreas del rancho.
Estas pérdidas también ponen en riesgo los empleos de 70 personas, la mayoría provenientes de las comunidades de Santa Rosa y El Mirador, pues la compañía dependen de la venta de productos para cubrir la nómina.
“Nos afectó en las instalaciones, en invernaderos, toda la parte de los caminos, pero sobre todo es la producción que ya estaba terminada y estaba por entregarse. Teníamos entregas programadas por casi 15 mil ramos con un valor de venta de hasta 4 millones de pesos, sin contar las afectaciones que hay en los fertilizantes, materias primas, la malla ciclónica que se perdió… La producción que se estropeó es el trabajo de todo este año”, indicó.
Al ser una empresa agrícola, la fabricación se ha diversificado debido a los constantes cambios en el mercado al que se dirigen. Tania Dara Rodríguez relató que durante la década de los 90 y los primeros años del año 2000, la popularidad de los productos les permitió colocarse como los principales productores de artículos deshidratados a nivel nacional, así como exportar a Estados Unidos y Europa; sin embargo, los últimos años han sido de retos para lograr mantenerse en el mercado.
“Nos dedicamos a los follajes, naturaleza muerta, deshidratados. En ocasiones sembramos frijol y chile, también deshidratamos el picante… La flor es un valor agregado, algo de decoración y en los últimos años ha disminuido la venta, pero nuestro objetivo es sobrevivir, mantener la empresa y no perder los empleos que se dan a la gente de la región, por eso es que a veces cosechamos los otros productos”, refirió.
Hasta el momento, la evaluación de los daños les ha arrojado la pérdida de casi toda la producción, la cual estaba almacenada en 3 bodegas de 500 metros cuadrados, es decir un total de mil 500 cajas ya empaquetadas para su venta, así como materia prima por procesar.
A decir de Rodríguez Villela, el producto que logren rescatar tendrá que ser vendido con un valor menor por las condiciones en que se encuentra; a esto se suman los plásticos de algunos invernaderos y más de 200 metros de malla ciclónica que volverán a colocar, porque la corriente de agua se llevó la parte trasera del cercado y además presenta deslaves en las instalaciones por la ruptura del puente.
Los propietarios de Rancho Tucajay buscarán la manera de ser beneficiarios de un programa de apoyo por parte del gobierno estatal, dado que no cuentan con los recursos para echar a andar nuevamente la empresa, sobre todo porque deberán sembrar y esperar el ciclo agrícola de cada año.
“Estamos pensando solicitar un apoyo del municipio y del gobierno del estado porque no tenemos un colchón para pagar sueldos, reinvertir y acondicionar otra vez… El sábado estuvo aquí el Subsecretario de Desarrollo Económico, José Antonio Pérez Cabrera, y se comprometió a evaluar el daño y brindar algún esquema para recuperarnos”, agregó Tania.
Durante estos días posteriores a las fuertes lluvias, las labores continúan en el rancho. Algunos trabajadores separan el producto para desechar el que ya no sirva y que sea destruido; mientras que otros empleados continuarán quitando las piedras, lodo y tierra que hay en las instalaciones; sin embargo, estiman que las labores para que puedan retomar sus actividades les llevarán al menos otros 15 días, aunque serán otros seis meses para volver a tener productos para comercializar.