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Macrolibramiento en riesgo de ser elefante blanco

Pensado para reducir el tránsito pesado de la carretera federal 57, en un recorrido de 20 km apenas se observó un solo camión de carga en esta vía, por la que deben pagar $181 para transitar.

EL UNIVERSAL Querétaro realizó un recorrido por las dos vías de comunicación. (Foto: DEMIAN CHÁVEZ)
07/07/2017 |03:48Alma Córdova |
Redacción Querétaro
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Bastan 40 minutos para recorrer los 86 kilómetros del macrolibramiento Palmillas-Apaseo “Centenario de la Constitución”. Sin embargo, esta carretera, recién inaugurada, presenta una baja afluencia vehicular, sobre todo del tránsito de camiones pesados, muy por debajo de los 15 mil vehículos diarios que las autoridades estimaron que pasarían por esta vialidad.

Esta obra tuvo una inversión de 5 mil 755 millones de pesos y atraviesa los estados de Querétaro y Guanajuato, de acuerdo con datos de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT). Fue inaugurada en mayo pasado y el objetivo principal de su construcción fue reducir el tránsito pesado de la carretera federal 57, México-Querétaro, de tal manera que los camiones pesados y tráfico de largo itinerario evitaran el paso por la zona metropolitana de Querétaro, lo que a su vez agilizaría el tráfico para el Bajío.

El recorrido

Desde el municipio de Apaseo el Grande, Guanajuato, la incorporación al macrolibramiento se realiza desde la carretera federal 45D Celaya-Querétaro. La desviación está señalizada con un letrero grande con el nombre de la obra; no hay una caseta de ingreso como en otras vías de este tipo, como el Arco Norte, sino que el cobro del recorrido se realiza al llegar a Palmillas, en el estado de Querétaro, donde el costo del peaje es de 110 pesos para los automóviles.

Aunque a 500 metros hay otra caseta de cobro para incorporarse a la carretera 57, donde el costo es de 71 pesos. En total, salir del libramiento implica un costo de 181 pesos.

El inicio del trayecto es pendiente ascendente, donde circulan muy pocos vehículos. En el recorrido efectuado por EL UNIVERSAL Querétaro se habían transitado 20 kilómetros cuando se encontró un camión de carga, en los kilómetros previos sólo hubo la presencia de un autobús de pasajeros y un camión de volteo, así como tres vehículos particulares.

Según las especificaciones de la SCT, el macrolibramiento cuenta con nueve entronques, 23 pasos inferiores vehiculares, nueve pasos superiores vehiculares y 15 puentes; hasta el momento del recorrido, ninguno de los entronques intermedios estaba habilitado, incluso en algunos aún se realizan obras para preparar la incorporación a las carreteras alternas, en tanto que hubo al menos cuatro puntos con señalizaciones donde trabajadores realizan obras sobre la carretera, construida con concreto asfáltico.

El límite de velocidad es de 110 kilómetros por hora, aunque hay automóviles que van por arriba del marco permitido en razón del poco tránsito; en su mayoría, los vehículos son de modelo reciente y con placas de las entidades de Guanajuato, Querétaro, Estado de México y de la Ciudad de México. Fue hasta haber recorrido 30 kilómetros del macrolibramiento cuando se halló otro vehículo de carga pesada y otro autobús de pasajeros.

Las señalizaciones colocadas sólo se refieren a las condiciones de la carretera, así como a los nombres de los pasos superiores elevados y de los puentes; respecto a los lugares por donde pasa la carretera sólo hubo señalizaciones en la zona de los municipios de Huimilpan y Amealco, por lo que es difícil saber en qué lugar se está, sobre todo si se desconoce la ruta.

En el trayecto también se encontraron varios anuncios espectaculares con el nombre de la obra y al menos otros dos con letreros (en color rojo y fondo blanco) con leyendas de agradecimiento por la carretera, dirigidas al Presidente de la República.

El macrolibramiento tiene muy pocas curvas, aunque son frecuentes las pendientes ascendentes y descendentes, mientras que en el recorrido puede observarse el cambio de la vegetación y la vocación de la tierra, pues se pasa por zonas de cultivo, barrancas y algunas zonas boscosas. La poca afluencia vehicular también permite que exista una constancia en la velocidad a la que se viaja en las partes rectas; sin embargo, hay cambios ligeros en las pendientes ascendentes.

Es en la zona del municipio de San Juan del Río donde se encuentran dos puentes que cruzan barrancas de la zona de Tunamanza y Santa Bárbara La Cueva y justo al terminar de pasar por ellos se llega a la caseta final; sin embargo, no se notifica a los conductores que aproximadamente a 500 metros encontrarán otra caseta de cobro. La carretera puede recorrerse en 40 minutos sin exceder el límite de velocidad.

Autopista 57

En contraste, al efectuar el mismo recorrido por la autopista México-Querétaro y la carretera libre a Celaya (91 kilómetros), el tiempo aumenta a hora y media, dado que se debe pasar por la ciudad de Querétaro y por el municipio de Apaseo el Alto. Las condiciones de la carretera también cambian drásticamente.

En este caso, el recorrido se inició a partir de la caseta de Palmillas, donde se hace un solo pago de 74 pesos. Apenas al incorporarse a ella comienza el tránsito pesado, en su mayoría tractocamiones; y al avanzar el primer kilómetro, los tres carriles de la vialidad presentan baches que los conductores intentan esquivar y pocos logran hacerlo.

Los primeros 13 kilómetros, para llegar a la ciudad de San Juan del Río son una pendiente descendente, mientras que se trata de una zona con localidades a los costados; incluso al llegar a la zona de la comunidad de San Francisco se observó un vehículo compacto que se incorporó a la autopista desde un camino vecinal y tomó el carril de alta velocidad para atravesar hasta la autopista y llegar al acotamiento. Esta acción provocó que los vehículos comenzaran a frenar para evitar impactarse contra él.

Al llegar a la zona de San Juan del Río todo el carril central y el de baja velocidad tienen baches y en algunos casos hay pedazos de pavimento que fue colocado por encima del concreto hidráulico; sin embargo, ya no cumplen con su función de tapar los baches. Hasta este punto las velocidades de los vehículos y los camiones son superiores a 120 kilómetros por hora, mientras que el límite de velocidad es de 110 kilómetros por hora. Incluso los tráileres usan el carril de alta velocidad para transitar.

Los tramos con baches no terminan y se encuentran durante todo el trayecto; en la zona de Pedro Escobedo son mayores y hay espacios donde la carpeta está en buenas condiciones porque recientemente fue reparada. Las velocidades de los vehículos continúan siendo mayores al límite de velocidad.

En el recorrido efectuado el tránsito fue fluido hasta llegar a la ciudad de Querétaro; hasta ese momento el tiempo transcurrido eran 40 minutos, no obstante las incorporaciones a la carretera 57 comienzan a generar tráfico pesado y no termina hasta salir de la ciudad, en el municipio de Corregidora. Este recorrido toma varios minutos. Posteriormente, la carretera libre a Celaya presentó carga vehicular constante, tanto de vehículos pesados como de automóviles, estos últimos siempre rebasando el límite de velocidad. Estas características fueron constantes hasta llegar a Apaseo el Alto y después hasta Apaseo el Grande.

En números

El presidente Enrique Peña Nieto puso como ejemplo que el uso del macrolibramiento, en un viaje de la CDMX a Guadalajara, implicaría un aumento de 800 pesos en los gastos que realizan, sólo en el pago de las cuotas de peaje, sin contar el combustible extra.

Explicó que el monto que pagan de casetas en un viaje de la CDMX a Querétaro es de mil 300 pesos, en tanto que de Querétaro a Guadalajara –al usar el macrolibramiento- sumarían otros mil 600 pesos, en el cual ya se considera el uso de las autopistas de cuota de Celaya y Salamanca, así como el libramiento de La Piedad y las autopistas de Vistahermosa y La Joya, estas dos últimas en Jalisco. Sin embargo, a estos montos también se le agregaría el combustible de más que se utiliza por el diseño del macrolibramiento.

Asimismo, dijo que estos costos no serían pagados por quienes contratan el servicio, sino que los operadores tendrían que absorberlos en sus salarios y ganancias, no obstante es un golpe económico que no lograrían sostener por mucho tiempo.

Para el dirigente de la AMOTAC en Querétaro, el uso del macrolibramiento solamente podrá darse cuando las autoridades se decidan a flexibilizar los costos de las carreteras, en tanto no sea así continuará el uso de la carretera federal 57 como hasta ahora, con el número de accidentes que existen y con el peligro que implica para todos los que ahí circulan, tanto por siniestros como en cuestiones de seguridad y asaltos.