Wilber Magaña Ruiz ama a su tierra, pero quiere mudarse a Querétaro, Cancún, Baja California Sur o al lugar que le cambie la vida. Está cansado de no hallar empleo y de estar en un barrio que se ha vuelto peligroso, por la delincuencia. Desea emigrar cuanto antes, teme por su familia.
El técnico industrial acaba de enviar su postulación a una maquiladora queretana que solicita obreros dispuestos a “rolar turnos” de 13 horas, ofreciéndoles a cambio el pago del traslado, las comidas y el hospedaje temporal dentro de una casa para trabajadores foráneos que es propiedad de la fábrica.
En esta bella pero alicaída urbe petrolera, la tasa de desempleo de 3.9% rebasa la media nacional, la informalidad laboral es de 68.5% y se sufre el cuarto lugar estatal en criminalidad, destacando el robo y la extorsión, así como 94 homicidios, de entre una suma de dos mil 218 casos denunciados durante 2017 en la entidad.
Es así que las ofertas para emigrar a Querétaro y a otras entidades que poseen mejores ofertas de ocupación abundan en los periódicos, en rótulos callejeros, en agencias de colocación, en las redes sociales y hasta en el Servicio Nacional de Empleo de Veracruz (Snever), donde la “opción queretana” destaca entre las primeras diez que se promueven entre desempleados.
Isnardo León Aguilar es un pozarricence que involuntariamente se ha acostumbrado a dejar su entidad para obtener empleo. Hace tres años se fue al Estado de México, para trabajar en una fábrica, y posteriormente a Playa del Carmen, para cubrir una plaza temporal en un hotel. Ya de regreso, y al no hallar nada en su tierra, quiere irse otra vez, ahora a Querétaro.
León Aguilar asiste a las ferias ocupacionales que organiza el servicio de empleo, organismo que para enfrentar una demanda de 75 mil solicitudes laborales por año (la tercera más alta del país) ha intensificado sus programas de emigración interestatal.
El Snever, que en 2017 vinculó laboralmente a 7 mil 427 solicitantes de empleo industrial y comercial, así como a 7 mil 100 jornaleros agrícolas, ha reforzado sus programas de emigración de mano de obra, observándose que Querétaro es la sexta plaza más publicitada, después de Cancún, Tijuana, Reynosa, Monterrey y Guadalajara.
Si bien el Snever no desglosa sus datos de emigración ni identifica las entidades a las que envía mano de obra, una revisión de EL UNIVERSAL Querétaro a sus ofertas públicas, de 2014 a la fecha, confirma la prevalencia de los seis destinos mencionados, más Sinaloa, Sonora, Chihuahua y San Luis Potosí para completar los primeros diez.
En todos los casos, las ofertas para convertirse en emigrante se encausan hacia plazas laborales cuyos salarios van de tres mil 500 a siete mil pesos mensuales. En muchos casos, los reclutadores ofrecen el pago del traslado, hospedaje temporal en la plaza destino y beneficios como “un viaje a tu tierra cada 30 días.”
Sólo para sus envíos internacionales de mano de obra agrícola, el Snever desglosa las plazas destino, reportando durante 2017 la salida de mil 700 campesinos hacia Canadá y 700 a Estados Unidos, bajo acuerdos de temporalidad.
Las variadas ofertas que contratantes foráneos y sus intermediarios promueven en Poza Rica y en otras ciudades como Coatzacoalcos, Boca de Río y Xalapa, son reveladoras de la aguda situación que enfrenta la costa del Golfo de México desde 2014, cuando la paraestatal Petróleos Mexicanos (Pemex) anunció el cierre del gasto en materia de perforación.
La oferta de contratación para “guardias de seguridad que deseen vivir en Querétaro” profusa, anunciada de manera especial en tabloides de nota roja y en volantes que circulan en los barrios. “Con o sin experiencia, de 20 a 58 años, sin antecedentes penales, no tatuajes visibles”.
De acuerdo con editorialistas jarochos, la golpeada economía del estado debe atribuirse también al auge de los cárteles del crimen organizado en una veintena de municipios en los que disputan el control; al margen de las también delictivas gestiones de ex gobernadores como Javier Duarte.
En los últimos 15 años, Veracruz ha visto emigrar a un millón 631 mil habitantes, según cifras del Conapo, situación que invirtió su tradición histórica, de ser una entidad receptora de migrantes para convertirse en la tercera expulsora poblacional del país.
En entrevista, José Luis Aguilera Rico, secretario del Trabajo estatal, descartó que su dependencia tenga cifras de jornaleros llegados a la entidad en los últimos años y sólo citó de memoria los casos de la Ciudad de México —a raíz del temblor del pasado 19 de septiembre–, así como de Tamaulipas, Nuevo León, Oaxaca y Chiapas.