Las escuelas en Tejocote de Puriantzícuaro, que es una de las 155 comunidades de Jerécuaro, en Guanajuato, han cerrado. La salida de cientos de familias a lo largo de los años generó que esta localidad esté prácticamente vacía, pues son muy pocas, alrededor de 12 o 14 familias, las que todavía viven ahí, por lo que los estudiantes deben trasladarse a Zatemayé para asistir a planteles de nivel preescolar, primaria y secundaria.
Uno de los tenderos del lugar —que prefiere el anonimato— cuenta que hace más de una década que comenzó a incrementarse la migración de familias enteras.
“Se iba el papá, arreglaba sus documentos y regresaba por toda su familia, así se han ido la mayoría, somos muy pocos los que quedamos”.
Sin embargo, las casas aún son propiedad de todos esos núcleos familiares que optaron por la vida norteamericana. Cada año, en vacaciones decembrinas, viajan un par de semanas a Tejocote de Puriantzícuaro y después se regresan.
“Lo que llama la atención es que todas las familias que se han ido han regularizado su situación migratoria, todos los que se fueron de aquí lo han hecho de forma legal”, agrega.
Dentro de la presidencia municipal de Jerécuaro está la oficina de Atención Ciudadana y Extranjera, a cargo de Sergio Arriola Martínez, quien refiere que la Secretaría de Educación Pública decidió cerrar las escuelas en Tejocote de Puriantzícuaro debido a que los grupos no se completaban.
“No le convenía tener abiertas escuelas y pagar maestros en donde no hay alumnos y las cerraron, pero eso generó que los niños de esas comunidades tengan que desplazarse hacia otras más cercanas donde sí hay escuelas abiertas, una de ellas es en Zatemayé”, explica.
Hueco industrial. El Anuario de Migración y Remesas México 2016, difundido por la Secretaría General del Consejo Nacional de Población y la Fundación Bancomer y BBVA Research, indica que el año pasado Guanajuato se ubicó en los primeros tres estados del país con mayor Índice Absoluto de Intensidad Migratoria con 4.86% del total nacional, superado sólo por Zacatecas (5.86%) y Michoacán (5.11%).
No obstante, Jerécuaro es el único municipio del Bajío dentro del listado de los 20 municipios con el Índice Absoluto de Intensidad Migratoria más alto, junto con San Diego de la Unión. Los demás son municipios de Oaxaca, en su mayoría, así como Michoacán, Hidalgo, Zacatecas y Jalisco, números hasta el año 2010.
Jerécuaro tiene un porcentaje de 17.44% de intensidad migratoria, que lo coloca en el noveno lugar en el país.
“Las razones son visibles, no hay industrias... no hay empresas que generen trabajos en el municipio bien remunerados, hasta hace poco llegó Condumex, que tiene una planta de más de 100 trabajadores, y abrieron una planta de Terbal, que también significó un número importante en apertura de plazas, más de 100 empleos, con miras a llegar a 300. “Jerécuaro es agricultor y ganadero, pero han incrementado tanto los insumos y costos que la gente ya no quiere trabajar la tierra. Las nuevas generaciones son llevadas a Estados Unidos, ya sea por los papás, los hermanos, los primos o los amigos, que bien o mal, allá encuentran donde trabajar”, comenta el empleado municipal.
También reconoce que hace falta información sobre el tema de migración, pues todo se maneja directamente en el Instituto Estatal de Atención al Migrante Guanajuatense y sus Familias, dependencia que se ubica en Celaya y a la que le reporta.
“De 10 personas, por ejemplo, aquí con nosotros llega una si acaso. Hace falta información de todos los trámites en los que les podemos ayudar a los migrantes, por eso no se acercan; apenas también nos cambiaron al servicio de atención extranjera para atender a indocumentados y muchos no saben los servicios que se brindan aquí”, concluye.