Héctor Rojas Tovar es el fundador de la empresa Aquanimals, encargada de la producción de ranas toro. Un proyecto que nació en 2006 pensado únicamente para producción comestible, pero en abril de 2012 fue cuando el joven queretano fue contactado por clientes de Estados Unidos para solicitar 27 mil ranas para cuestiones científicas y académicas (disección). Desde ese momento, Héctor aprovechó la oportunidad y amplió su producción pues la demanda se generó cuando el mercado al que le compraban, el chino, tuvo problemas de producción
En 2016 contó Héctor, se enviaron 77 mil ranas en un promedio de ocho embarques en el transcurso del año.
Durante el primer cuatrimestre de 2017, son 42 mil ranas las que ha enviado hasta el momento, un mercado que crece rápidamente y que le ha dado la oportunidad a Héctor de convertirse en el principal exportador de ranas toro a nivel nacional.
El embarque
Una bodega en la comunidad El Colorado, en el municipio El Marqués es donde Héctor alista los detalles del envío a Estados Unidos, el tercero en lo que va del año, de un total de 18 mil ranas toro. En total, 3 mil 600 kilos, en 760 paquetes.
Las ranas están empacadas en dos formas, unas dentro de bolsas y otras dentro de cajas, todas apiladas en espera de ser llevadas al camión en el que cruzarán la frontera.
“El envío es para un cliente en Estados Unidos, la talla que me piden es de 4 a 5 pulgadas y es un proceso de siete y ocho meses para que alcancen el tamaño que se pide”, contó el empresario durante la visita exclusiva que realizó EL UNIVERSAL Querétaro para conocer a fondo la producción de ranas toro en la entidad.
Una especia de rana que recibe su nombre al no emitir el sonido, el croar normal del anfibio, sino que su croar se asemeja más al sonido de un toro. Ranas que llegan vivas a su destino al mantenerlas en frío, en un lapso de tres días.
“Es una producción que comenzó el año pasado. La reproducción es de agosto y septiembre desde que son huevecillos, duran tres meses como renacuajos y después cambian a ranas pequeñas, por lo que pasan alrededor de cinco o seis meses para que tengan el tamaño con el que son empacadas, pasan ocho meses alrededor entre que son huevecillos hasta el momento de envío”, explicó. Las ranas se meten a un camión refrigerado y se les baja la temperatura entre 0 y 5 grados centígrados para que se vayan dormidas durante el viaje, pues tienen que llegar vivas a Estados Unidos.
Como todo envío, se considera una merma en el camino. “Por pérdida de peso y mortandad, de alrededor del 3%, pues es demasiado estrés y no aguantan, y también pasa que unas se suben arriba de otras y las asfixian, pero la mayoría de la merma es pérdida de peso por que orinan en el camino, no defecan pues desde dos días antes de empaque no se les da alimento pero sí toman agua”, detalló. El empaque de las 18 mil ranas termina alrededor de las 11 de la mañana. El camión refrigerado toma carretera hasta la frontera con Estados Unidos para cruzar por Matamoros, Tamaulipas. El día siguiente se dedica al cruce y revisión para dormir en suelo norteamericano.
Aprovecha oportunidad
En 2006, cuando Héctor fundó Aquanimals, trabajaba paralelamente en una empresa de control de plagas como empleado. Dos labores que desarrolló “para que saliera algo (de ganancia), incluso de mi otro trabajo llegué a poner recurso para empleados, alimento de rana y otras cosas. “Hasta que llegó el punto de equilibrio, dejé mi empleo y me dediqué a la producción de ranas al 100%, alrededor del año 2009”, platicó. Rojas Tovar había leído en la página de Bancomex que otros países como Francia, Japón, Estados Unidos y Canadá, estaban interesados en que México produjera rana toro. Fue ahí cuando nació la idea de crear una empresa, aunque primeramente estaba dedicada al mercado alimenticio.
Héctor solicitó un apoyo a la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa) que consistía en el 50% del recurso necesario para comenzar con la empresa, mientras que el otro 50% se consiguió por medio de la Secretaría de Economía. Un proyecto para el que se requirieron 700 mil pesos de capital semilla. Este último un préstamo a tres años con el 6% de interés anual con seis meses para echar a andar el proyecto y después de ese tiempo ya se empieza a pagar capital e intereses.
“Lo más complicado fue aprender a producirlas, la curva de aprendizaje fue de dos años y medio, se morían, había que repoblar, se volvían a morir, ver que hacía mal, algo que pegó mucho en el aspecto económico, fue una curva dolorosa y ahí es donde creo que muchos truenan, pero nosotros aguantamos”, relató.
La producción de rana toro nació principalmente en cuestión de alimento, pues sus principales clientes eran restaurantes asiáticos, de comida china, tailandesa, camboyana, francesa, vietnamita, de Malasia también son un platillo típico las ancas de rana.
Sin embargo su mercado cambió en 2012, cuatro años después de haber iniciado el proyecto. “Fue en abril de ese año cuando clientes de Estados Unidos nos piden 27 mil ranas para investigación. Sí estaba vendiendo algo en la parte para alimento pero a comparación de lo que me pedían era poco, un mercado lento y desde esa oportunidad cambió todo”.
El pedido lo solicitaron en abril y Héctor les pidió hasta septiembre para reunir la cantidad necesaria de producto. El 22 de septiembre de 2012 se hizo la primera exportación, con un total de 27 mil ranas. Sus compradores dieron con Aquanimals por medio de Internet, al buscar productores de rana. “Le compraban a los chinos pero ese año toda la producción en ese país murió por un factor climático y un hongo que atacó a la producción.
En California, a donde llegan todos los productos de exportación y de ahí se reparte en Estados Unidos, prohibió las importaciones por un hongo que las ranas presentaban en la piel y se quedaron sin su proveedor principal”. En septiembre, octubre y noviembre se hicieron embarques a Estados Unidos, gracias a la oportunidad que surgió en el mercado, por un problema en el país asiático.
Un mercado en aumento, pues Rojas Tovar reconoció que los clientes norteamericanos “ya nos empiezan a dar más trabajo y dejan de comprar a los chinos. “La diferencia radica en que es un día de empacado, un día de transporte en carretera y un día de cruce, tres días para que el cliente tenga las ranas en sus instalaciones, cuando desde China tardan 15 días en llegar y hay mucha más merma”, detalló.
Fueron cuatro años los que tardó en madurar el proyecto para comenzar a exportar. El año pasado, contó Héctor, se enviaron 77 mil ranas en ocho embarques, un promedio de ocho mil 500 ranas por envío.
Este año la exportación va en aumento, pues en enero se enviaron 12 mil ranas, en febrero otras 12 mil más el embarque que presenció el equipo de EL UNIVERSAL Querétaro de 18 mil, que hasta el momento dan un total de 42 mil ranas toro exportadas.
Además de rana toro, en Aquanimals también se produce rana xenopus. La diferencia es que la toro se ocupa para disección y alimento, mientras que la rana xenopus sólo se utiliza para investigación científica, un animal totalmente acuático del que se extraen óvulos de las hembras y en laboratorios les inyectan ADN de niños enfermos de los riñones. “Empiezan a ver la deformación genética, como se transforma con el paso del tiempo y en base a eso determinan qué medicamento y tratamiento darles a las personas”, abundó Héctor Rojas.
Constante desarrollo
Tras 11 años de vida, Aquanimals no se detiene en la búsqueda de ampliar su mercado. Ahora, el siguiente país al que Héctor busca enviar rana toro es a Francia, un lugar donde el platillo de ancas de rana es muy demandado.
“Hicimos un nuevo proyecto para solicitar recurso a la Sagarpa este año ya que nos están pidiendo todo el canal de la rana (tórax y ancas) para exportación para Francia pero todavía no tengo las instalaciones.
“El proyecto que se metió fue para la creación de un rastro, ya hice el plan de negocios y el proyecto, que necesitara las certificaciones de Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) y por la comunidad europea, pasando esas dos certificaciones ya se puede mandar anca de rana a Europa”, compartió Héctor, que reveló que en Francia ya están a la espera de una muestra queretana. “Si les gusta la muestra están dispuestos a firmar un contrato de cinco años”.
De cristalizarse la creación del rastro, que se ubicaría en las mismas instalaciones donde se tienen los tanques de producción, sería el único rastro especializado en rana de Latinoamérica con certificación para exportar a Europa. “En Brasil hay rastro pero no envía a Europa.
“Un rastro de estos con cuatro millones se puede hacer, pedí dos a Sagarpa y conseguiría otros dos para llevarlo a cabo, pero queremos atacar ese mercado pues Francia demanda 80 toneladas al mes”, indicó el productor.
De igual forma, Héctor en últimas fechas ha apostado por enfocarse a la comercialización de la rana toro, más que a la producción. “No me metí tanto en la producción, reproduzco la rana, les doy los renacuajos, los terminan de engordar y me regresan la rana grande para comercializarla”.