El Asilo San Sebastián existe en Querétaro desde hace 110 años. Es una Institución de Asistencia Privada que funciona a través de donativos. Ubicada en la calle Otoño número 17, en el barrio San Sebastián, el asilo funciona sólo con 24 trabajadores que se encargan de atender las 24 horas a los 40 ancianitos que viven ahí.
Elizabeth Ugalde se acercó al asilo como voluntaria desde hace 12 años, pero desde hace un año se encarga de la operación del lugar que conoce tan bien como la palma de su mano.
‘Liz’ como le dicen los abuelitos del asilo, detalla que tres cuartas partes de los residentes del lugar han sido abandonados por sus familiares, otros fueron encontrados en calidad de indigentes y son pocos los que aún reciben visitas de sus más cercanos.
“Tenemos de todos los casos, desde personas que dejan abandonadas en el hospital general y las traen para acá, personas que encontramos con indigentes o personas que nos dejan aquí mismo”.
“No tenemos un costo como tal por recibir a los abuelos, se hace un estudio socioeconómico a la familia para determinar cuánto es lo que podrían pagar, algunos mil pesos, otros 6 mil pesos, siempre pedimos que se pregunten ‘¿Cuánto vale para ellos que cuidemos a su familiar todo el tiempo?’. Desde bañarlos, acostarlos, vestirlos, cambiarlos de pañal, todo”.
El lugar tiene un área de convivencia con salas y mesas de centro para recibir a las visitas, los dormitorios de hombres y mujeres se conforman de la misma manera, una gran habitación rectangular en donde se crearon pequeñas habitaciones con paredes falsas de tablaroca y cortinas que fungen como puertas, en cada habitación no se tiene mucho más que una cama y un buró, aunque cada una está decorada con fotografías de sus familiares.
Se tiene también un cuarto aislado para tratar enfermedades infecciosas, una iglesia en donde se da misa todos los días a la 1 de la tarde y una pequeña explanada afuera de la misma que se inunda cada vez que llueve; el personal espera reunir fondos suficientes para instalar un domo.
En uno de los pequeños muros junto a la iglesia se tiene un área de criptas para los abuelos que fallecieron y no fueron reclamados por sus familiares, también se tiene una sala de televisión, un lugar que es cocina y comedor además del jardín, ubicado en la parte trasera del asilo.
“Tratamos siempre de que los abuelitos tengan un trato digno, siempre hay mucho trabajo y hacemos lo que podemos con los recursos que conseguimos, pero poco a poco vamos instalando o creando lo que es necesario”, comparte Elizabeth, tanatóloga de profesión y encargada de la operación de este centenario lugar de asistencia.
Las formas de contactar al personal del asilo son: 212 18 61 con horario de lunes a viernes de 8:00 am a 3:30 pm y sábados de 9:00 a 2:00 pm; correo electrónico asilosansebastian13@hotmail.com