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Ataviadas con el traje típico de la región, acuden a bailar en la celebración a la Virgen de El Pueblito y con gusto se hacen llamar inditos e inditas, en homenaje a los naturales de la zona, a quienes les fue entregada la imagen de María en el misterio de su “concepción inmaculada”, hace más de 300 años.
Dulce María Ardón Martínez, cronista del municipio de Corregidora, dijo en entrevista a EL UNIVERSAL Querétaro que las personas que pertenecen a la Corporación de Inditos e Inditas de El Pueblito no se sienten ofendidos por este nombre, incluso entre ellos mismos se llaman así.
“Inditas no es un nombre despectivo, ni hay una connotación de discriminación, las personas que integran esta corporación, que son mujeres, hombres de todas las edades, hasta niños y bebecitos que llevan en brazos, se visten con el traje típico para irle a bailar a la Virgen, y ellos mismos se llaman inditos o inditas”, explicó.
La gente que no pertenece a la corporación también los nombra así, “hasta preguntan ¿a qué hora bailan los inditos? Porque ya los conocen. O cuando ven a alguien vestido con el traje, les dicen: ¿usted es de los ‘inditos’? Hay quien también se refiere a ellos como indios, pero no por discriminar”.
La cronista explica que en libros antiguos era común utilizar la palabra indio, para señalar a una persona como originaria de alguna zona indígena, pero los autores contemporáneos han preferido cambiarla por los términos: natural, originario, nativo.
“Creo que el decir indio o indito hace más ruido en personas que no se asumen como originarios de algún lugar o una cultura, que no nos asumimos de una forma más profunda porque las personas que tienen mayor conocimiento de su origen no tienen problema”.
Las artesanas Mary Orduña y Leticia Vega crearon una muñeca con los trajes típicos de Corregidora. “Es muy bella, bien realizada y sí representa a los inditos e inditas que danzan en su honor a la Virgen de El Pueblito”, añadió la cronista.
La tarea de la sociedad
Luego de la conquista española, Querétaro fue proclamado “Pueblo de indios” y el espíritu de la ciudad era el orgullo de ser indígena.
“Y cuando cambiamos a un ética del siglo XVII, resulta que en Plaza de la Constitución, en los portalitos, se rentaban pantalones para entrar a la ciudad, no podían entrar con calzón de manta en la ciudad. ¿Qué pasó ahí? Se modificaron los modos de relación y, entonces, esta ciudad de indios, que nos hacía sentir orgullosos de nuestras capacidades étnicas, se convirtió luego en una ciudad mestiza, en la cual todo lo indígena era mal visto”, dijo el antropólogo Alejandro Vázquez Estrada a El UNIVERSAL Querétaro, en septiembre del 2017, para un artículo dedicado al tema de la discriminación.
Actualmente, la ciudad tiene una presencia de 26 grupos etnolingüísticos, principalmente otomí y náhuatl, pero entre la sociedad (los mestizos) y los pueblos indígenas hay un gran distanciamiento que es generado por la discriminación y ciertos estereotipos, como la idea de que la vida del campo está ligada a la pobreza y atraso.
“Nosotros hemos estudiado los modales de discriminación y el más peyorativo que se utiliza en educación media básica en este país es: ‘¡No seas indio!’ A final de cuentas, una de las cosas que nosotros discutimos es que, si bien, la tarea del estado todavía no está terminada, la tarea de la sociedad está muy lejana, de hecho, creo que nos hemos hecho cada vez más una sociedad que discrimina, menosprecia a los componentes étnicos o indígenas”, agregó Vázquez Estrada.
Tema ambiguo y polémico
Roberto Aurelio Núñez López, representante del Colegio Hñäñho para las Ciencias Ambientales y Sociales (ConCiencias) y organizador del Festival de Lengua, Arte y Cultura Otomí (FLACO), explicó que la palabra indio tiene una carga peyorativa fuerte y que en México es muy común utilizarla.
“Está tan arraigado a la cotidianeidad que luego decimos: ‘¡Saluda, no seas india!’”, ejemplificó.
La carga cultural de ciertas palabras, dijo el maestro en la lengua otomí, provoca ambigüedad y polémica porque cada persona puede utilizarla o entenderla según su ideología.
“Se ha dejado de usar la palabra ‘indio’ por el término indígenas, pero los mismos indígenas nos dicen que mejor les llamemos pueblos originarios. En verdad, es muy complejo, ambiguo y polémico el tema porque al final existe la necesidad de utilizar la palabra, pero cada persona la entiende desde su punto de vista y hasta por el humor o el contexto donde se aplica surge la polémica. Otro ejemplo, cuando dices lengua o dialecto, decir dialecto también tiene su carga peyorativa”, refirió.
Los mestizos, para referirse a los indígenas, utilizan la palabra indito, “tratando de ser tiernos”, o suavizan la palabra para no sentir que están discriminando. “Indito es un término paternalista de un grupo de gente mestiza y conservadora que alude a sus raíces indígenas, ejemplo: ¡Vestí de indito a mi hijo para la procesión! Indito es la antítesis de indio”, explicó.
¿Y qué se puede hacer para cambiar esta problemática?
Educación y respeto es la respuesta de Roberto Aurelio Núñez López, pero dijo que para lograr ese cambio se requiere de sensibilidad, empatía y mucho tiempo.
“Todo esto es cuestión cultural y para cambiarlo requerirá de mucho tiempo y dependerá mucho de la gente misma. En el caso de las inditas que mencionan, sí es una corporación que se llama así: “indita o indito”, quiere decir que ellos lo han asimilado como tal y ahí, el problema es el resto de la gente porque no se le puede dar el gusto a todos”, añadió.
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