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Adicciones; el alcohol y las drogas en la niñez

En Querétaro se registra un alto índice en el consumo de estupefacientes, lo que alerta a las autoridades

Ilustración: Dante de la Vega
05/06/2019 |05:21
Redacción Querétaro
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A sus 13 años de edad, Alfonso es un adicto en recuperación. Conforme recuerda su travesía, la voz del menor lo traiciona quebrándose y, con la experiencia que acumuló a su corta edad atina a decir: “no está chido, la neta, drogarse”, “ya no me quiero drogar”, y levanta la mano para limpiar, con precisión, el par de lágrimas que quiso apoderarse de su rostro. “Ya no se droguen”, destaca el menor.

Durante la noche llegaba a su hogar, siempre drogado, o “sustanciado”, como él dice. Ante los constantes reclamos que su madre le hacía sólo atinaba a responderle: “ya duérmete”.

La mamá de Alfonso, dice: “yo no quiero un hijo así”, y completa la idea al urgir a los asistentes que siempre escuchen a sus padres, y se alejen de las malas amistades.

“A mi hijo nunca le faltó el amor, lo malo son las malas amistades, por favor hagan caso a sus padres cuando uno les dice que (alguien) es una mala influencia para ustedes… (Mi hijo) ahora está en recuperación y, primeramente Dios, vamos a salir adelante”.

La mujer recomienda decir no a las drogas, para no tener que recurrir a un Centro de Rehabilitación como el de Camino a Gabriel Arcángel, que atiende a Alfonso.

Cifras al alza

María Elena Meza Luna, integrante del Observatorio Ciudadano de Seguridad del municipio de Querétaro, alertó del alto porcentaje de jóvenes que consumen alcohol y marihuana, pues se trata de conductas que llevan a otros riesgos: violencia, accidentes viales y embarazos no deseados.

Consumir drogas provoca nueve veces más riesgo de tener relaciones sexuales con desconocidos y cinco veces más de sufrir violencia, dijo.

Los “amigos” sí pueden incitar a la drogadicción, como le ocurrió a Alfonso, quien comenzó a drogarse poco después de cumplir los diez años de edad.

Marihuana, piedra (crack), cristal, cocaína, las conoce perfectamente, al igual que esa urgencia de necesitar una dosis y la impotencia de no poder dejar las drogas sin ayuda.

Meza Luna explica que realizó un estudio aleatorio que abarcó a más de 3 mil jóvenes de 16 años que cursaban el bachillerato en los municipios de Querétaro, Corregidora y El Marqués.

Ese estudio, elaborado durante 2017, reveló que 91% de las y los entrevistados consumió alcohol alguna vez en la vida, uno de cada cuatro probó la marihuana, mientras que 7.5 % consumió: cocaína, heroína, o alguna sustancia inhalable.

El alcohol fue la primera sustancia que probaron los jóvenes, a una edad promedio de 13 años, lo que los colocó por encima de la media nacional, mientras que en el tabaco, el consumo se mantuvo en el promedio del país, con 51%.

Las cifras preocupan pues, por cada año que se atrase el inicio del consumo del alcohol, disminuye 9%, el riesgo de desarrollar una adicción.

Además el consumo de la marihuana también fue alto, al encontrarse que casi 25 % de los entrevistados habían fumado esta sustancia.

“Otras conductas de riesgo asociadas con sustancias sicoactivas tiene que ver con accidentes de viales, violencia, conductas antisociales y episodios sexuales de alto riesgo”, agregó.

Amigos, hermanos mayores, medios de comunicación, anuncios aspiracionales, son muchos los factores que detonan en los jóvenes el deseo de consumir drogas.

“(Los anuncios), no nada más te venden el alcohol, te venden una imagen, un estado deseable en una sociedad de consumo como la que vivimos, lo que no nos ponen son los resultados después de que nos hacemos adictos a una sustancia… Cigarros, (venden) la masculinidad”, señaló.

Iván José María Rivas, sicólogo del Centro de Rehabilitación El Camino a Gabriel Arcángel, urge a los jóvenes a entender que no siempre las personas llegan a morir de viejas, pues las drogas recortan esperanzas de vida y hacen perder el dinamismo tan valioso que sólo se tiene durante la juventud.

Problema de salud pública

En Querétaro, 120 personas mueren al año a causa de las bebidas alcohólicas; esto de acuerdo con datos de la Comisión Estatal Contra las Adicciones (CECA).

Guillermo Tamborrel Suárez, titular del CECA, informó que “en Querétaro mueren poco más de 120 personas al año en donde está involucrado el alcohol; de todos los accidentes de tránsito en uno de 10 estuvo inmiscuido el alcohol (…) y en más de la mitad de los accidentes de tránsito con víctimas mortales está relacionado el consumo”, comentó.

Navidad, Semana Santa y las Fiestas Patrias son las temporadas en las que aumenta el consumo de bebidas alcohólicas; además s e incrementan las posibilidades de sufrir un siniestro.

El funcionario compartió que la Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que, para 2020, los traumatismos resultado de accidentes de tránsito podrían ser la tercera causa a nivel mundial de muerte o de sufrir alguna discapacidad.

Recordó los casos que en Querétaro han cobrado la vida de mujeres y hombres, jóvenes que en estado de ebriedad decidieron manejar provocando accidentes en los que perdieron la vida personas ajenas al responsable.

En el bulevar Bernardo Quintana, en los dos últimos años se presentaron hechos similares cuando dos jóvenes menores de edad entraron a carriles centrales en sentido contrario; en un caso murió una mujer adulta y en otro, la víctima mortal fue un taxista.

“En los accidentes del 2014 en donde hubo lesionados, uno de cada 10 registraban consumo de alcohol; según la OMS e Inegi en Querétaro, que según las instituciones se ha elevado 6.1% de los accidentes, si logramos disminuir el abuso en consumo de alcohol todo Querétaro se verá beneficiado”, consideró.

Tamborrel Suárez expresó que la ingesta de este tipo de bebidas altera las capacidades de conducir y la percepción del tiempo y la distancia, además de retardar los reflejos. Entre los jóvenes de 17 y 24 años son la primera causa de discapacidad motriz.