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El Museo de Arte Primitivo y Arte Singular es un museo parisino que fue creado en 1986 por el editor Max Fourny. El establecimiento era un antiguo mercado construido en 1868 en el barrio de Montmartre, una zona muy cercana a la Basílica del Sagrado Corazón. Este Museo en la actualidad alberga y presenta exposiciones temporales de arte popular , arte ingenuo y arte extraño.
Halle Saint Pierre, como comúnmente lo conocen los franceses, presenta este año y hasta agosto del 2019, la exposición HEY!#4, una gran manifestación de arte moderno y cultura pop, que continúa explorando y dando a conocer la escena artística alternativa. Esta cuarta edición de Hey - cultura pop, es una oportunidad para descubrir a 36 artistas que permiten a los visitantes conocer esta corriente, y que en muy pocas partes del mundo se tienen este tipo de muestras.
Después de tres exposiciones, hoy consideradas de importancia en Francia, presentadas en 2011, 2013 y 2015, cada vez se reúne a más artistas internacionales, provocando para esta cuarta exposición un fruto de una nueva forma de apreciar el arte, reuniendo la exposición de artistas de Grecia, Bélgica, Canadá, Serbia, Japón, Estados Unidos, España, Rusia, Suiza, Tailandia, Italia, Nueva Zelanda y Francia.
Las tres exposiciones anteriores no parecen haber sido suficientes para mostrar el alcance de los géneros y los que constituyen esta otra escena artística que brinda alternativas, por ello, los artistas se prepararon para esta cuarta edición con la misma pasión, y presentan obras inéditas que se posicionan en París, como una de las actividades artísticas más visitadas.
La misión de estas exposiciones son ofrecer una amplia visibilidad a las artes con una estética contemporánea atenuada por el academicismo dominante, ignorada por el radar de la crítica convencional.
El recorrido
Al entrar al museo hay un espacio para leer, tomar un café o visitar una tienda de souvenirs. Se suben unas escaleras para poder disfrutar de las salas, ahí se puede experimentar el alcance liberador de las obras, ya que son una puerta abierta a nuestro espacio imaginario.
La primera sala es dedicada al pop extranjero con obras exclusivamente figurativas.
La segunda sala de La Halle Saint Pierre permite viajar al Centro de Arte Intuitivo, cuya misión es aprovechar el poder del arte externo para trascender. En este encuentro se defiende que la cultura pop es la encarnación estética de discursos contraculturales contra representaciones e iconos producidos por la cultura de masas.
Ahí se reúnen obras alimentadas por disciplinas transversales, iluminación, gestos donde la cultura pop y los números siguen para encarnar una fuente de deleite y un horizonte para la imaginación, una verdadera iconología pop, donde lo particular se prefiere a la media y lo sorprendente a lo obvio.
En la actualidad
Hoy el arte moderno y la cultura pop son formas inusuales de creación que han sido reconocidas gracias al efecto de un triple reconocimiento de la institución, la universidad y el mercado.
El primer gancho atractivo es “la curiosidad” que nace de los visitantes, al observar el realismo, las texturas, los materiales y la realidad desde otras miradas. La cultura pop se expande en tiempo y espacio desde los años 60, sus manifestaciones se han multiplicado y variado. Los rasgos que permanecen se relacionan con el juego y la libertad de rediseñar el mundo con todo lo que contiene, incluyendo a la gente y a uno mismo. En el proceso, la crítica a la rigidez del sistema se ha convertido en la apología de lo creado como acto de voluntad libre o por lo menos liberada de una gran cantidad de paradigmas.
Este proyecto imagina e implementa la audaz síntesis de la escena artística alternativa. Seductoras figuras de arte de bajo perfil alimentadas por la iconografía de los medios populares a la fantasmagoría del surrealismo pop, que redescubre el legado de las grandes tradiciones pictóricas, desde activistas de arte callejero hasta tatuajes, aventuras individuales y solitarias de “arte bruto”, con expresiones refinadas y talentosos fotógrafos que exponen un “ojo en la naturaleza”, con márgenes artísticos que presentan diversidad y complejidad.
La idea siempre ha sido explorar mundos desconocidos iconográficos, jugando tanto con la cultura pop y con universo loco.
En resumen, una vez más, nada es convencional en esta exposición volátil y desafiante. Más de 30 artistas y más 30 mundos por descubrir.