Un movimiento de la derecha tradicional madrileña nace España. Se ha formado en el barrio de Salamanca, uno de los lugares de residencia más habituales de la gente con poder adquisitivo alto.
Ahí ha nacido la famosa marcha del cacerolazo, donde algunos de los ciudadanos del barrio salen a las calles a gritar: ¡Gobierno dimisión! ¡Libertad, libertad! al son de cualquier objeto que haga ruido.
Con banderas españolas portadas con orgullo y cubrebocas personalizados, la gente de la zona del barrio de Salamanca marchará todos los días a las 8:30 de la noche (horario en el que es permisible en el estado de alarma y fase cero andar por las calles). Los residentes saldrán a demandar su libertad y exigirle al actual gobierno su renuncia.
Las personas que salen a manifestarse han demostrado que no les importa pagar cualquier precio por su libertad, y denuncian que otros países en Europa ya están retomando sus vidas y actividades. Sin embargo, España, a diferencia de otros países, casi llega a los 30 mil muertos por coronavirus.
Mientras los manifestantes están decididos a alzar sus voces y su cacerola hasta el final de este confinamiento.
Madrid continúa en la fase cero del confinamiento, con horarios establecidos para salir por edades, continua con los negocios cerrados, los restaurantes solo con permiso para vender comida para llevar, y cada día la situación se hace más insostenible para la ciudadanía. No hay escuelas ni parques abiertos. Pero los datos son positivos, por rescatar de alguna manera la postura del gobierno, y es que de casi mil personas muertas al día en los peores momentos de la crisis, las estadísticas muestran entre 200 Y 250 personas fallecidas al día de hoy.
Madrid es el lugar con más hospitales contagiados de Covid-19 en el mundo. El cacerolazo y la gente que sale a marchar culpan en gran medida al fracaso de la gestión sanitaria de España al actual gobierno y su primer ministro Pedro Sánchez. Hoy, esta gente considera que las medidas de confinamiento deberían levantarse y poder rescatar el país.
Estas manifestaciones tienen no obstante un objetivo paradójico; por un lado, es culpar a Pedro Sánchez por la mala gestión de la crisis en España, lo cual puede ser cierto, pero, por otra parte, piden el fin de las medidas de control de la misma crisis. Por lo tanto, las peticiones son contradictorias.
¿Quién está detrás de esto? En un principio nadie, es un movimiento que nace de manera espontánea. Solo un partido español que abandera la ultraderecha en el territorio Ibérico llamado VOX está utilizando el movimiento de manera bastante clara.
El movimiento radicaliza a la derecha, pero también otros sectores de la población desearían salir a las calles a demandarlo de la misma forma. Lo realmente admirable en este caso es la pasividad con la que han actuado las fuerzas del orden, donde los operativos que han montado en la calle solo están para visualizar sus unidades, sin detener a nadie, ni considerar que el no guardar las medidas de distanciamiento atenta contra la salud de todos.
La realidad es que la zona de Núñez de Balboa, lugar donde nacen estas protestas, es la zona donde se posicionan los votantes de la derecha española (el barrio vota a 85% a partidos de derecha), por lo tanto, las fuerzas del orden no pueden actuar de la misma forma que en otros barrios.
Un cacerolazo que hará despertar a la población y con su sonido hará vibrar a todos aquellos que, no importando su ideología política, se unirá para no caer en las garras de una crisis económica devastadora.