Madrid, España.-
El arte debe contagiarse. La literatura, la fotografía, la música, —todo en sus diferentes formas— se han pronunciado ante la crisis del coronavirus. Algunos artistas crearon y se inspiraron en tiempos de pandemia para hacer una introspección sobre la humanidad y otros se adelantaron a algunas de las preocupaciones que predominan en la emergencia mundial.
En este contexto, Ernesto Muñiz, un artista mexicano radicando en Madrid, invita a la reflexión con sus obras, a través de sus polémicos diseños. Desafía la fe católica, presentando la alerta medioambiental con un collage que muestra una virgen con máscara de oxígeno sosteniendo, la forma de un “coronavirus” en lugar de un sagrado corazón.
Rápidamente, las redes sociales y varios medios de comunicación europeos exhibieron la imagen sin presentar al autor.
Para EL UNIVERSAL Querétaro fue fácil encontrarlo. Los trabajos de Ernesto tienen un sello peculiar e incomparable. Desde la portada de la famosa serie de Netflix llamada “Narcos” que es de su autoría, es famoso en redes sociales por sus trabajos artísticos y censurados. Tras tanta polémica, y a pesar del contexto difícil en España, el orgulloso artista mexicano sigue saliendo a pegar su arte y viviendo su experiencia del “Streetart”.
Frente a las reacciones que ha provocado su arte en las calles y al recibir fotografías de gente que lleva veladoras frente a su imagen, Ernesto se asombró. Para él, ha sido un acto inesperado, gratificante como artista.
Los inicios del artista mexicano no fueron fáciles, ha elegido el collage como representación artística después de un periodo de crisis personal y laboral, después de ser despedido del periódico Excélsior, de México, donde trabajó como fotoperiodista. Él estaba desencantado de los medios de comunicación, no tenía dinero, y lo que tenía a la mano eran las revistas donde publicó algunas fotos.
“Tenía unas tijeras y empecé a recortar. Fue un periodo de mucho pensar, y analizar mi situación mientras recortaba. Llegué a tener cientos de recortes de objetos y cosas que me interesaban, y a manera de juego, empecé a ponerlos juntos. Así nació mi nueva manera de comunicarme: el collage. Resultó ser una manera de comunicar mi interior, mis pensamientos, ahora creaba mis propias ideas”, relata.
Sus referentes artísticos son muchos, entre ellos, Kurt Schwitters, Rafael Cauduro, Mimo de Rotella, Picasso, Raoul Haussman, Robert Rauschenberg, Arturo Rivera. Él sigue a muchos artistas en Instagram que hacen collage e intercambia ideas y estilos creando lazos de amistad que le hacen formar alianzas para nuevos proyectos.
La función del arte en tiempos de pandemia para Ernesto es ayudar a soportar y hacer llevadero el confinamiento, “Todos los días me pongo a hacer algo de collage, ya sea recortar, buscar papeles, idear nuevas obras, es la mejor manera de aprovechar el tiempo, y a un nivel más global, yo creo que el arte es como una pequeña isla en medio de la tormenta, un lugar donde podemos estar y olvidarnos de pandemias, virus, políticas o crisis económicas, y para los artistas, es nuestro medio de expresión de cómo vivimos este momento histórico en el mundo”.
Desde el 2010 Ernesto empezó a trabajar con la técnica del collage. A falta de galerías, salía a la calle a pegar santos y virgenes para quitarles su aura divina, y hacerlos más terrenales y cercanos a los humanos. Un día antes de que se anunciara el confinamiento causado por el Covid-19, en Madrid, decidió pegar una virgen con su máscara de oxígeno.
“Este es el nuevo corazón del mundo con su halo dorado de santidad coronando la cabeza de la virgen, y en la imagen un planeta tierra, para darle ese sentido de pandemia global, porque ya no es una cosa de un país o de un grupo de personas, es un asunto de todos”, comenta.
Ernesto elige lugares emblemáticos para dejar su arte, lo hace en las ciudades que visita, “no siempre son los más turísticos, a veces encuentro una calle con alguna pared que me llama la atención, por sus colores o texturas y a veces simplemente porque es algún lugar donde transita mucha gente y es más probable que una mayor cantidad de personas lo vean.
La “Coronavirgen” decidió pegarla cerca su casa, para poder salir a verla durante el confinamiento, pero además porque es la calle que lleva directamente a la Plaza Mayor, el corazón de Madrid. Entre los próximos proyectos del artista está una exposición cerrada en un bar muy conocido de Madrid, el Hopper, y expondrá 12 nuevos collages después de la pandemia; también aceptará a medida de lo posible proyectos en Italia y Alemania, mientras tanto seguirá creando, para mantenerse ocupado y en cierta manera, vivo.