La fiesta para recordar a los muertos se llevó a cabo ayer en la explanada de rectoría de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ), donde además de disfrutar de música y comida, miles de estudiantes observaron las vistosas y espectaculares ofrendas y altares.

Esta es la edición 34 del Concurso de Altares y Ofrendas que realiza la máxima casa de estudios en la entidad, y cuyo objetivo es recordar, de acuerdo a nuestras tradiciones prehispánicas, a nuestros seres queridos que ya se fueron, pero también rescatar nuestras raíces, historia y costumbres, dijo la rectora de la UAQ, Teresa García Gasca.

La fiesta giró alrededor de 100 altares que se instalaron en la explanada de rectoría, donde además se instaló un templete que fue cubierto por una carpa, en donde los estudiantes presenciaron la participación de bandas musicales de rock y rap.

Los altares y ofrendas fueron instaladas por estudiantes de la Escuela de Bachilleres, planteles Norte, Sur, Bicentenario, Amazcala, del sistema semiescolarizado y de seis escuelas incorporadas a la UAQ.

Adicionalmente a la fiesta que se vivió en el Centro Universitario, en la capital del estado, en el campus de la UAQ San Juan del Río fueron instalados 38 altares de seis planteles regionales.

El olor a flor de cempasúchil es lo que más predominó en esta fiesta universitaria, que desde muy temprano distrajo la mirada de los queretanos, quienes ya tienen la costumbre de apreciar cada año esta conmemoración que paraliza por un día las actividades escolares.

En los distintos altares instalados fue común observar ayer el tradicional pan de muerto, botellas de licor, aguardiente, fruta y fotografías de personajes como Pancho Villa, Chespirito, algunos exrectores de esta casa de estudios y hasta familiares de quienes participaron con sus ofrendas.

Con maquillajes y vestuarios especiales para simbolizar catrinas o algún otro personaje relacionado con la muerte, le dieron colorido a este evento que recordó a las tradiciones prehispánicas.

Todos a la fiesta

Dän, la mascota de la UAQ, tuvo un día muy intenso, pues no dejó de mezclarse con los estudiantes y visitantes que llegaron hasta la explanada.

Una de las ofrendas que más llamó la atención fue la número 56 que instalaron los estudiantes de primer semestre de la Escuela de Bachilleres plantel Norte, donde una chica que lució un vestuario negro y con maquillaje de máscara típica del estado de Oaxaca, saludó en zapoteco a los visitantes.

Es Diana Laura Chiñas, nacida en Querétaro, pero con raíces del estado de Oaxaca, debido a que su padre nació en aquella entidad, donde se realiza una de las celebraciones más populares, cobijadas por ricas historias y leyendas.

La joven estudiante de prepa, a su corta edad, resalta entre las miles de personas que transitan por el lugar, pues luce un vestido negro espectacular, “es un traje de luto con típicas flores de colores”, dice.

“Es una experiencia muy bonita el vestirme así con un traje de tehuana para que la gente conozca las tradiciones de allá”, dice Diana Laura, quien de manera optimista explica que el ganador de este concurso se llevará nueve mil pesos.

“Yo me siento muy orgullosa de mis raíces, por eso estoy segura que me volvería a vestir así. Tardé en maquillarme alrededor de dos horas, me ayudó un familiar a caracterizarme, mi vestuario fue diseñado para portarlo durante todo el día y me lo enviaron desde Oaxaca”.

La comida es la reina. En esta ofrenda de siete pisos, además de la colorida flor de cempasúchil, se observa comida tradicional de Oaxaca, como son los tamales, mole, arroz, además del pan de muerto y algunas botellas de mezcal, “nos gastamos en total alrededor de cuatro mil pesos, dinero que se recolectó con la cooperación de todos los compañeros del grupo”.

“Juntamos cuatro mil pesos, dinero con el cual compramos las cañas, la flor, el mantel, algunas decoraciones más como las semillas, algunas compañeros trajeron las fotografías de sus familiares, por ejemplo esas dos fotos que ves son familiares míos, mi abuela y mi tía, ambas ya fallecieron y vivían en el Istmo de Tehuantepec”.

El objetivo del altar instalado, reitera, es dar a conocer lo que se hace en Oaxaca durante las festividades del Día de Muertos, “debido a que es una fiesta muy grande y bonita, que casi dura un mes”

“Para nosotros, como jóvenes, es muy importante honrar la memoria de los seres queridos que se fueron, pues la tradición nos dice que regresan en estas fechas, por eso las comidas y las frutas para que alimenten de lo que hay en la ofrenda. Esto es un día de fiesta”.

Esta ofrenda, dice Juan Esteban Moncada Merino, otro de los jóvenes que ayudó a su instalación, dijo que el montaje de todo se hizo en un tiempo aproximado de cinco horas, “aunque muchas de las cosas las empezamos a comprar desde hace tres semanas”, señaló.

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