Sábado de Gloria en Querétaro. El calor es intenso, pero aunque en la mayoría de las fuentes de la ciudad no hay muchos visitantes, en la Plaza de la Constitución algunos se bañan para refrescarse. En muchas de las fuentes no se observa agua, quizás en un intento de evitar que la gente haga mal uso del líquido mojándose, como dicta la tradición del Sábado de Gloria.
Los 27 grados centígrados en el primer cuadro queretano hacen sudar a más de un turista que se pasea en las calles. Madero y 16 de Septiembre, en los costados del jardín Zenea, están cerradas. Ahí se ubican puestos de comida y bebida que se ofrecen a los paseantes locales y foráneos.
En la Plaza Constitución, con su fuente circular, a la que muchos en broma le dicen “el ovni”, los niños juegan.
Poco a poco más niñas y niños se acercan a la orilla de la fuente. Sus padres observan en las inmediaciones, sentados en las bancas a los costados. Sonríen cuando entre los chicos se salpican y mojan.
Los padres aprovechan “el momento de gloria” para tomar fotos o grabar en video a sus hijos.
Sin embargo, no pasa mucho tiempo para que representantes de la autoridad se apersonen en el lugar e “inviten de la manera más atenta” a los niños a bajar. Estar en el piso resbaloso de la fuente puede ser peligroso.
Mojados de pies a cabeza los niños bajan de la fuente. Sus padres los esperan con una sonrisa en el rostro. Muchos de quienes están ahí no son queretanos. Su acento delata que provienen de la Ciudad de México.
En otras fuentes de la capital queretana el agua es escasa. La fuente de Neptuno, en la esquina de Madero y Allende ve disminuida la cantidad de agua.
Lo mismo ocurre con la fuente del jardín Zenea, donde apenas sale un chorro de agua que mantiene húmeda la fuente. En el caso del jardín Guerrero, el agua es escasa. Quizá una estrategia para evitar que los ciudadanos usen las fuentes para aplacar el calor queretano.