Dos jóvenes de no más de 20 años se acercan a una mujer que lleva el registro de quienes se ofrecen de voluntarios para limpiar el río Querétaro. Les ofrece botas de hule, guantes y cubreboca. Las chicas, al igual que casi 100 hombres y mujeres salen de su zona de confort para el domingo por la mañana hacer algo por el río de la ciudad, y crear conciencia del daño ambiental que se ha hecho al cauce.
El aire matinal es fresco. En una cancha en la colonia La Sierrita, en una de los márgenes del río Querétaro, la mujer lleva el registro de quienes se inscriben como voluntarios para acudir cada mes, aproximadamente, al río para limpiarlo de basura y desechos que son arrojados sin ninguna consideración .
Poco antes de las 9:00 horas los voluntarios llegan al lugar. Otros lo hacen más tarde, pero llegan con mucho ánimo para entrar a las aguas contaminadas y recoger la basura que flota en la superficie.
Equipados con costales para depositar los desechos, los jóvenes, en su mayoría, entran al río. Otros limpian las zonas aledañas, mientras los vecinos de la zona pasan y miran extrañados el inusual movimiento que se registra la mañana del domingo. Una ambulancia de Protección Civil del municipio con dos elementos llega al lugar. Los elementos no dicen nada a los voluntarios. Sólo observan la actividad.
Ana Victoria Ezeta, estudiante y voluntaria del colectivo Habitantes del Río, explica que una vez al mes convocan para hacer la limpieza de las aguas y las riberas del río.
Señala que Habitantes del Río es parte de Reparadora Ecológica, una asociación civil ya formada y que busca, entre otras acciones, el saneamiento del río Querétaro. “Es una forma de crear conciencia con los habitantes, haciendo estas limpiezas mensuales. Es una vez al mes e invitamos a gente de primarias, secundarias, prepas, universidades, empresas. Todos los de Querétaro, pues al final es nuestra ciudad y nuestro río, y hay que hacer la limpieza.
Sabemos que es una parte importante, pero no es la forma en la que se sanea el río como tal. Es una forma de crear conciencia con la población de que el río no es un basurero. Hemos encontrado tortugas. Ahorita encontramos una rata. Hemos sacado botes de basura, refrigeradores, excusados, llantas, de todo. Muchas veces invitamos a los vecinos del río y hemos hecho limpiezas con ellos, pues son los que más conviven con el río”, indica.
Dentro del río los jóvenes avanzan lentamente. Observan qué tipo de desechos hay en la corriente para sacarlos y meterlos en costales que, tras llenarse, son subidos a la calle, donde un camión del municipio los recogerá más tarde.
Caminan con precaución de no tropezar y caer a las contaminadas aguas del río. Pese a ello, una joven tropieza. Para su buena suerte está cerca de la orilla y alcanza a sostenerse de uno de los muros. Otra joven acude a ayudarla. El incidente no pasa a mayores y todos siguen con las labores de limpieza de las aguas.
Siguiendo el ejemplo de los jóvenes, unos vecinos de La Sierrita deciden limpiar el área verde que está frente a su casa.
La orilla del río se comienza a llenar de costales llenos de basura que los voluntarios han recolectado del río y sus márgenes. El sol comienza a calar y el trabajo se hace más pesado. Pese a ello, los voluntarios siguen, aguantan el olor fétido de las aguas, donde meten las manos para sacar los desechos de otros.
“Esta es la primera limpieza del año. Es la octava que hemos hecho. Hoy [ayer] somos 80 los que participamos. Hemos llegado a ser casi mil, en una megalimpieza que hicimos, la sexta, que fue por el Día Internacional de los Ríos. Ahí convocamos a muchas otras asociaciones y organizaciones que fueron partícipes”, abunda.
Ana Victoria explica que la iniciativa nació de la mente de Daniela Velasco, quien vive cerca del río, a quien le molestaba ver el río sucio y que oliera mal, o ver la cantidad de basura que la gente tiraba en el lugar.
Las limpiezas de ríos, indica, se han hecho ya en otras ciudades, por lo que están en contacto con organizaciones de esas urbes para intercambiar experiencias y tips que puedan llevar a cabo para limpiar el río Querétaro.
Ana Victoria dice que el impacto que causó en ella la iniciativa, a la que se unió en la segunda o tercera limpieza, hizo que ahora en su carrera, Relaciones Internacionales, se quiera especializar en el área medioambiental. “Se me hizo una actividad muy interesante para empezar a jalar gente de diferentes lados. Mes con mes vemos como regresamos y jalamos a alguna gente de otros lados”, acota.
Precisa que la asociación también trabaja con la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ) para sanear de manera química el río. Se busca, añade, ubicar las descargas contaminantes de las empresas que no siguen la Norma NOM-001 que señala que las empresas deben de sanear sus aguas antes de descargarlas al río.
“Estamos identificando cuáles son esas empresas y cuáles son esas descargas para llamar la atención y se aplique la NOM-001, que es la adecuada”, enfatiza.
Ana Victoria regresa con los demás voluntarios. Aún queda un tramo por limpiar antes de que el camión que vendrá por los costales de basura arribe al lugar. En un mes nuevamente se reunirán, esperando que sean cada más las personas que se unan a la limpieza del río de los queretanos.