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Madrid, España.-
Los cubrebocas son ya el símbolo de vivir en la nueva normalidad, son el accesorio de moda del verano 2020. Por las calles podemos encontrar personas que portan este objeto en el codo, por debajo de la barbilla, o algunos que dejan la nariz al descubierto. Otros lo usan correctamente y comprenden que es más que un accesorio.
Muchos negocios en el mundo han tenido que reinventarse. Desde que el gobierno español anunció el uso obligatorio de cubrebocas en el transporte y espacios públicos, la industria farmacéutica y textil que producen estos accesorios han aumentado exponencialmente sus ventas. En algunas zonas de España, con problemas de rebrotes de Covid-19, han impuesto una nueva multa de hasta 100 euros por no portar el cubrebocas al aire libre.
Era cuestión de tiempo para que las mascarillas dejaran de ser consideradas un equipo de protección y se olvidaran de su principal función, para pasar a ser un complemento de moda, y ese tiempo ha sido realmente breve.
La industria textil ha tenido que adecuarse a las nuevas circunstancias, primero transformando sus líneas de producción a la fabricación de material sanitario, después adaptando su publicidad y fotos para que el público comenzara a adaptar su uso. Fue sencillo adoptar los cubrebocas como complemento. En las campañas de primavera-verano de muchas marcas de moda ya aparecen con modelos luciendo mascarillas que hacen juego con sus outfits.
El nuevo gran negocio
Desde el comienzo de la crisis, numerosos empresarios han tenido que abandonar sus actividades. Algunos negocios pudieron reaccionar y modificar completamente sus producciones. Es el caso de los negocios en el centro de Madrid, que de la noche a la mañana han empezado a vender mascarillas textiles y ahora se observa al cubrebocas con varios diseños al lado de las postales, los llaveros y los sombreros.
Hay negocios que se adaptaron totalmente a la venta de cubrebocas, negocios que dejaron atrás su producto comercial principal para darle cabida a la reinvención del negocio y no irse a la quiebra. Tal como encontramos un negocio completamente cambiado sobre la Gran Vía de Madrid que atiende Ángela García, nacida en Perú, pero ya nacionalizada española.
“Hace un mes cambiamos todo; antes vendíamos puros recuerdos de España: playeras, tazas, imanes, gorras, ahora solo cubrebocas. La dueña decidió cambiarlo todo, pues no hay turistas, pero la gente local si nos compra cubrebocas. Tenemos cubrebocas desde 3.99 euros para niños y para adultos. Dependiendo de los filtros y la seguridad que quieras va aumentando el precio. El cubrebocas más caro es de 15 euros, y contamos con más de mil diseños. Los tengo clasificados por números y tallas para que sea fácil encontrarlos y dárselos al cliente”, comenta Ángela
El uso del cubrebocas es una medida especialmente importante en la fase progresiva después del confinamiento, en la que los contactos personales se van a multiplicar, teniendo en cuenta que, por desgracia, muchas personas no están cumpliendo adecuadamente con las medidas de protección, es muy importante la promoción de su uso y continuar guardando la debida distancia de seguridad, hasta no tener una vacuna que frene por completo a la pandemia de Covid-19.