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La prueba para saber si se es portador de Covid-19, realizada por la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ), dura apenas 15 minutos. Se realiza con previa cita para asistir a la Clínica de la institución en Santa Rosa Jáuregui, la cual fue habilitada para realizar esos análisis.
Se trata del proyecto universitario Evaluación de la sensibilidad de la técnica de RT-PCR para el gen que codifica la proteína N de SARS CoV-2 como prueba de tamizaje molecular, con el que la máxima casa de estudios busca detectar casos asintomáticos del coronavirus para que estos sean aislados y se evite la propagación.
El procedimiento comienza con el llenado de un cuestionario en línea a través de la pagina www.uaq.mx/covid19. A través de distintos anuncios, la universidad especificó que los voluntarios para realizarse el estudio deben ser mayores de edad, personas con síntomas leves, como tos, dolor de garganta o flujo nasal; en caso de ser asintomáticos, haber viajado al extranjero, convivir con alguien enfermo del virus o tener un empleo en el que se tengan posibilidades de contagio.
Algunas de las preguntas a contestar son las siguientes: ¿Tienes algún síntoma leve o intenso de Covid-19? ¿Has estado en contacto con alguna persona enferma o que presente síntomas? ¿Has viajado al extranjero? ¿Has tenido contacto con alguna persona diagnosticada con Covid-19? ¿Consideras que tu trabajo es peligroso y podrías haberte contagiado?
Aunque se preguntan datos personales, como sexo y nombre completo, esta información no es publicada, tampoco se cuestiona en qué trabaja el interesado. También se pide dar datos sobre un horario preferente para que asignen una cita para la prueba.
EL UNIVERSAL Querétaro realizó el ejercicio para conocer el proceso. En este caso, aproximadamente 24 horas después de haber contestado el cuestionario, envían por correo electrónico y WhatsApp la fecha y hora de la cita, también el código numérico con el que se debe continuar el proceso.
Los aplicantes solicitan que el día asignado se use cubrebocas desde el momento en que el interesado salga de su casa, y con cuatro horas de ayuno.
El equipo de la universidad recibe a la entrada de la Clínica UAQ Santa Rosa Jáuregui. Lo primero que hacen es proporcionar gel antibacterial para desinfectar las manos; después, especifican que el acceso es individual y que una vez adentro ya no se puede utilizar el celular o algún otro aparato electrónico.
Ubican en una lista al participante, según el código numérico que se proporciona por correo electrónico; luego de esto, permiten el acceso. La entrada a la clínica está marcada con flechas dibujadas en el piso que indican dos sentidos diferentes de circulación, con el fin de evitar que dos personas se junten en el mismo pasillo.
En el interior, todo el personal usa batas, guantes, cubrebocas y caretas. En todo momento piden guardar la distancia, incluso para hablar con los especialistas que aplican la prueba.
El primer paso es firmar una carta para especificar que el aplicante es voluntario y que ninguna institución médica condiciona u obliga para realizar el análisis.
Una de las personas encargadas del proceso lee el escrito en voz alta, responde las dudas y pide que firme el documento, del cual dan una copia.
Después, siguiendo nuevamente las flechas en el piso, se pasa a una segunda área de la clínica, donde finalmente realizan el raspado de laringe, método para obtener la muestra de fluidos.
Un nuevo especialista recibe al asistente en un pequeño consultorio, donde explica nuevamente el procedimiento, confirma el código numérico y abre frente al voluntario un paquete nuevo con hisopos, los cuales miden aproximadamente 15 centímetros.
Solicita,como en cualquier otra consulta médica, que se abra la boca lo más que se pueda para introducir el hisopo o cotonete en la garganta, una sensación molesta pero no produce dolor.
Se siente cómo raspa levemente la laringe, por lo que dan ganas de toser. Esa etapa dura apenas unos segundos, después se vuelve a colocar el cubrebocas, que se debe usar en todo el procedimiento.
El participante coloca el hisopo en un pequeño tubo de cristal, que a su vez contiene una solución azul, y se con el código. Los expertos indican que la prueba había terminado y los resultados serían enviados en un lapso aproximado a las 48 horas.
Todo el proceso para realizar el análisis, desde que se ingresa a la clínica hasta que se sale de la misma, dura entre 15 y 20 minutos.
Aunque hay otras personas que también acuden a realizar la prueba, el voluntario nunca tiene acercamiento con ellos, pues las instalaciones fueron adecuadas para que ninguna persona interfiera con el procedimiento de la otra.
Dos días después, se recibe un correo con un asunto que indica: “Resultado prueba Covid- 19-UAQ”, los resultados indican que el participante no es reactivo, lo que significa que no se es portador del virus. Si fuera el caso contrario, informarían que la persona es reactiva.
En el caso de EL UNIVERSAL Querétaro informan que no se es portadora del virus, pero advierten que aún hay riesgo de contagio, por lo que solicitan respetar las medidas de salubridad difundidas por las autoridades de los tres niveles de gobierno. El mensaje incluye la leyenda: “Si usted necesita orientación médica adicional, por favor comuníquese al WhatsApp 442-283-298”.